Tuesday, May 30, 2006

STRAVAGANZZA

21 de mayo 2006. Sala Caracol

No es esta una banda que se prodigue mucho en directo. Supongo que el hecho de que Leo tenga que compartir su tiempo entre su principal ocupación, Saratoga, y su proyecto más personal, STRAVAGANZZA, hace que tan solo en contadas ocasiones se puede permitir estos momentos de liberación. Eso sin contar lo exigentes que parecen ser tanto él como Pepe Herrero, a la hora de subirse a un escenario. Lo cierto es que esta era una ineludible ocasión de disfrutar de su arte, habida cuenta de lo poco que se dejan ver, además de poder conocer a los nuevos miembros del grupo. Y es que, si ya nos sorprendió el batería Dani (de lo mejor que puedas ver en directo) dejando Saratoga, aunque manteniéndose en Stravaganzza, finalmente dejó la compañía de Leo y Pepe para dedicarse de lleno a Skizoo, la banda a la que quiere dedicar toda su atención.
El ambiente a las puertas ya avisaba de que dentro podía suceder algo grande para el grupo, que parece tener como más grato recuerdo, en directo, el Viña ’05. El concierto sirve de tardía presentación para su segundo CD, “Sentimientos”, y allá que se lanzaron, ante un público entregado que parecía dispuesto a perdonarlo todo. Porque de todo hubo durante la descarga. En primer lugar, la puesta en escena era de una elegancia mayúscula, con unos candelabros a los lados de la batería que daban un rollo oscurito muy atractivo. Las vestimentas iban acordes con el rollo gótico, vistiendo Pepe su falda favorita, la que le habréis visto en fotos... y Leo unas mangas negras, hasta los hombros, pero con pecho y espalda al descubierto. Quizás, el de aspecto más espectacular fue su nuevo bajista Patricio Babasasa (Edu tampoco está ya en la banda). Vestido de cuero negro y la cara maquillada, junto con su pelo rasta y su negra piel, mostraba un aspecto realmente fiero. Además pudimos disfrutar de la presencia de Aroa, la corista, así como de un teclista y un violín a cargo de Fernando Martín y Rodrigo Calderón respectivamente.
En lo musical debemos decir que el sonido no fue nada bueno, en ningún momento del concierto. El bajo retumbaba molestamente, sobre todo en golpes de cuerda largos, y, en general resultaba difícil distinguir unos instrumentos de otros. Al violinista a penas le pudimos oír, y lo mismo se puede decir de Aroa, que hizo lo que pudo, pero el estruendo la tapaba casi siempre. Pepe estuvo soberbio con su guitarra, obsequiándonos con algunos solos de corte clásico, ochentero, que yo no he encontrado en sus grabaciones de estudio, en contraposición con el estilo más modernista del grupo. Leo, por su parte, tuvo sus momentos, comenzando ostensiblemente nervioso, lo que le hizo cometer algún error como presentar la canción equivocada ó intentar cantar con el cable del micro arrancado. En estos primeros compases, pareció algo fría su garganta, pero, a partir del cuarto de hora más ó menos, mejoró llegando a lucir como lo que es, el mejor cantante nacional del momento, de cualquier estilo.
Patricio demostró una gran pericia con las cuatro cuerdas, lo que sin duda hará olvidar pronto al bueno de Edu. Por su parte Carlos Expósito, al que ya hemos visto en directo en otras colaboraciones, demostró su gran solvencia marcándose un fenomenal solo de batería, aunque, debo ser sincero, yo eché de menos a Dani, que me parece casi insustituible. Por supuesto, nos ofrecieron un repertorio formado por los temas más queridos del público, de sus dos discos. Además, pusieron sobre el tapete multitud de arreglos orquestales, habituales en Stravaganzza, pero que en su nuevo E.P. “El Hijo del Miedo” cobran absoluto protagonismo.
Momentos álgidos hubo varios, aunque yo me quedo con la impresionante versión del “Hijo de la luna”, de Mecano (La mejor banda de pop nacional que hubo y habrá). Para este tema, y el precedente, contaron con el grupo de danza Triana, formado por tres chicas que adornaron la música con una bonita exhibición de danza flamenca moderna. “Dios” fue igualmente coreado por todo el mundo, siendo, sin duda, su tema himno por antonomasia. Aunque “Pasión” ó “Miedo”, brillaron igualmente, despertando a un respetable que rayó a gran altura.
Cuando el concierto llevaba una hora justa, los músicos abandonaron el escenario sin dar explicaciones, para volver, tras cinco minutos de descanso, con un set en el que Pepe se sentó al teclado para acompañar a Leo en su personal exhibición vocal. Aquí fue donde vimos al mejor Leo, bajando y subiendo tonos con una maestría envidiable. Escalando hasta imposibles agudos para descender contenidamente hasta el mismísimo infierno. Incluso llegó a atreverse con algunas voces operísticas que a servidor le pusieron la piel de gallina. Lamentablemente, el sonido no era el que Stravaganzza se merecía, lo que deslució un tanto, el espectáculo.
Tanto esfuerzo acabó pasando factura, y en los últimos temas, Leo pareció sufrir para llevar su garganta a la frontera de lo imposible. A pesar de las pegas que pudimos sufrir, yo debo confesar que salí encantado de Caracol, convencido de haber visto a una de las mejores bandas del Metal nacional... y, desde luego, la más original. El esfuerzo que pone el grupo en ofrecer lo mejor de sí mismos, no solo a nivel musical, sino con su elegante espectáculo, es de agradecer... una prueba de lo que se puede dar al público, aún con presupuestos limitados... si los inútiles de TVE tuvieran alguna neurona en su cerebro, verían el potencial de esta banda, y les mandarían a Eurovisión. Tienen calidad técnica, buenas canciones, y un espectáculo elegante y retro a la par que moderno. Ahora que Lordi han dado la sorpresa... ¡es el momento de STRAVAGANZZA...! je, je, je...
Texto: Carlos Treviño Cobo
Fotos: Rafa Basa (www.rafabasa.com)

RPWL / ZYCLOPE

11 de mayo 2006. Sala Ritmo & Compás

Cuando me dirigía junto a mi compañero Mariano hacia R&C para ver a estos alemanes, no tenía ninguna referencia sobre lo que iba a ver y vivir. No había oído música de ellos, y ni tan siquiera los conocía dos semanas antes. Así pues, libre de tabúes y ideas preconcebidas, muy habituales cuando vas a ver algo conocido, me dispuse a dejarme llevar por lo que en el escenario sucediera.
Pero antes de que los alemanes subieran al escenario, lo hicieron los teloneros ZYCLOPE. Esta banda española de rock progresivo no estuvo nada mal como aperitivo, pero lo cierto es que en su aproximadamente media hora de actuación llegaron casi a aburrir. Presentaban su segundo disco, y sonaron temas como “Asesinato”, con la que empezaron, “Desenlace”, “Mi musa” ó “Recorriendo mundo”. La pega es que todos sus temas parecen una sucesión de intros, constantes notas sostenidas, con las que acabas teniendo la sensación de que no va a empezar nunca ninguna canción.
Dos teclados sobre el escenario, aunque uno de ellos solamente creaba atmósferas y arreglos mientras que la melodía corría a cargo del guitarra y el otro teclista. La única canción propiamente dicha, y la que más gustó al respetable en general, y a mí en particular, fue con la que cerraron su mini actuación, titulada “Electrical”. A continuación aparecieron er pe:ve:el, que es como ellos pronunciaban el nombre del grupo. Tras la gira de su último disco en estudio, “World Through My Eyes” (2005), editaron un directo grabado durante la misma, titulado “Start The Fire-Live”. Este concierto en R&C se engloba en la presentación de este disco en estudio, lo que podría ser una segunda etapa de la gira del disco en estudio.
La banda comenzó siendo un grupo tributo a Pink Floyd, y eso se les nota por todas partes, aunque, lo cierto es que en ningún caso sus propios temas son copias de sus mentores, sino que han tomado el estilo de referencia, aplicándole su propia personalidad. Y lo que nos queda es una extraordinaria colección de maravillosas composiciones que yo, desde mi desconocimiento, fuí descubriendo una a una con absoluta espectación.
La banda está compuesta por Jurgen Lang (voz), Karlheinz Wallner (guitarra), Stephen Ebner (bajo), Manfred Müller (batería) y, para los directos, cuentan con el teclista Markus Jehle, pues las teclas en estudio corren a cargo del propio vocalista. Una de las curiosidades de la noche estribó en que todo el fondo del escenario estaba tapado por una gran pantalla sobre la que se proyectaron imágenes que acompañaban a cada una de las canciones. Debido al poco espacio del que disponían, la propia banda recibía sobre sí mismos las proyecciones, quedando realmente curioso.
Comenzaron como lo hacen en el directo, con “Sleep” y “Start The Fire”, a la que siguieron “I Don’t Know” y “The Gentle Art of Swimming”. El ambiente sicodélico que protagonizaba toda la música de Pink Floyd, ya nos había calado a estas alturas. Si cierras los ojos, realmente tienes la sensación de estar escuchando a los Pink Floyd del “Wish You Were Here”, aunque presentando nuevos temas. La voz de Jurgen es clavada a la de David Gilmour, mientras que las composiciones os aseguro que tienen tanta calidad como las de la mítica banda.
Con “Roses”, lograron poner al personal en marcha cantando y dando palmas. La descarga continuaba con “3 Lights”, “Opel” ó “Trying to Kiss the Sun”, y el virtuosismo de los cinco nos tenía hipnotizados. En total llegaron a tocas 7 de los once temas que contiene el “World Through My Eyes”, cerrando el concierto con “Hole in the sky”, el tema favorito para la mayoría de los fans, según he podido averiguar en algún chat de internet.
Tras la despedida, volvieron a por los bises, con un Jurgen super feliz que se cargó una botella de rioja el solito durante la actuación, cerrándola con "Home Again", hicieron una versión de Pink Floyd que, si no me equivoco, era “Welcome to the Machine”. Lo cierto es que, con una sólida base floydiana, también pudimos descubrir influencias en su música de gente como U2 ó INXS. Tras más de dos horas de impresionante descarga se despidieron dejándonos la auténtica sensación de haber presenciado algo inolvidable. Sinceramente... hubo momentos de piel erizada. Muuuuuuuuy buenos...
Texto: Carlos Treviño Cobo
Fotos: Mariano Palomo

Thursday, May 11, 2006

DORO / SONATA ARCTICA / ALTARIA

5 de mayo de 2006. Sala Macumba

Buena tarde-noche la que se presentaba para los seguidores del metal en la capital de España. Además con un cartel que abarcaba desde el público más joven hasta el más veterano, con dos formaciones que han destacado en los últimos tiempos en el panorama power melódico y con la presencia de la reina del metal desde hace un montón de años.
Se abrió fuego y las puertas de la sala, demasiado pronto, por lo que la actuación de los fineses ALTARIA pasó inadvertida para muchos de los que asistimos a Macumba, incluido un servidor. Apenas pude asistir al último tema de estos chicos capitaneados por el buen y “grandote” vocalista Taage Laiho que sin duda era lo que más llamaba la atención en cuanto se miraba al escenario. No puedo opinar sobre su actuación, pero por lo que me contó gente que si les vio se lo hicieron bastante bien en la media hora de la que dispusieron.

Mejor sin duda que sus paisanos y mentores SONATA ARCTICA. Una banda que salió con todo a favor, con una enorme cantidad de joven público entregado desde un principio coreando el nombre del grupo, con un buen bagaje de temas en sus interesantes discos en estudio, pero... la verdad es que me lleve una buena decepción con su actuación.

Con un set en mi opinión bastante desacertado, temas sin chispa, muy parecidos entre sí, y sobre todo con una falta de actitud y movilidad por momentos exasperantes por parte de la mayoría de sus músicos. Especialmente parado y desganado se mostró el bajista Marko Paasikoski, tirándose bastante rato apoyado literalmente en uno de los amplis del escenario sin apenas menearse, desde luego Ian Hill a su lado podría parecer Nikki Sixx. Tampoco tuvo su día el batería Tommy Portimo, abusando en exceso de los efectos disparados y tocando con una monotonía enorme. Lo intentaron un poco más el guitarrista Jani Limatainen, líder del grupo que la verdad tampoco ejerció mucho como tal y que me defraudó bastante en directo, el teclista Henrik Kingenberg que fue el que más me gusto tanto en actitud como a sonido.
Capítulo aparte para el vocalista Tony Kakko, al que sencillamente no le llegó la voz para aguantar un concierto completo. Un hecho significativo fue el de interpretar en tercer lugar su tema más conocido, “Full Moon”, que fue lo mejor de su actuación junto a los temas menos exigentes a medio tiempo o baladas que también los hubo. Por lo demás, todo muy parecido, muy lineal, muy monótono y sin apenas brillantez, por no hablar de la imagen del amigo Kakko que parecía recién sacado de cualquier garito de Tribunal de esos que no pasarían una inspección de sanidad en la vida. En fin, no me voy a poner a detallar los temas que interpretaron, entre otras cosas porque tras “Full Moon” no consiguieron captar mi atención con ninguno en concreto. Una decepción.

Menos mal que estaban por allí la señorita DORO y sus secuaces para volver a poner las cosas en su sitio. Una vez más la diosa rubia del metal volvió a meterse en el bolsillo al personal desde su primer movimiento. Con un espectacular telón ilustrando la portada de su último trabajo tras la banda, salieron a escena todos sus integrantes a ofrecernos más de hora y media de puro y auténtico heavy metal, sonando con una solidez y limpieza como no le recordaba a la banda de Doro en todas las veces que he podido verla en directo, y ya son unas cuantas.

Si a todo esto añadimos que Mrs. Pesch además de derrochar carisma, energía y simpatía, cantó como nunca, y que el set list fue casi perfecto para la ocasión, poco más se puede decir de este concierto. Abrieron con dos clásicos de los inevitables Warlock, como viene siendo habitual en sus últimas giras, “Earthshaker Rock” y la maravillosa “I Rule The Ruins” sirvieron de arranque para dar paso a “You’re My Family” uno de los cinco temas que sonaron de su último trabajo “Warrior Soul” y de los que más destacó de estos, sonando mucho más cañero y directo que en estudio, al igual que la frenética “Always Live To Win”.

Un poco de sosiego con “Haunted Heart”, aun sin perder un ápice de intensidad y entrega, para continuar de nuevo con el recuerdo con “Burning The Witches” y “True As Steel” que sonó brutal. Otra incursión en el nuevo álbum con “Above The Ashes” y “Strangers Yesterday” con la inclusión entre medias de “Hellbound” adornado con un buen solo de batería del gran Johnny Dee que nos demostró lo que es tocar con clase y pegada durante toda su actuación.
Momento tierno y entrañable con “Für Immer”, una vez más con el público cantándola casi en su integridad, y con un gran solo de guitarra de Oliver Palotai, que junto a Joe Taylor formaron una sólida y brillante pareja de hachas, acompañados por el incansable bajista Nick Douglas. Cierre del primer acto antes de los bises con la cañera “Fight” y la imprescindible “All We Are”, que a muchos ya les cansa, no es mi caso ya que sigue siendo una auténtica fiesta en directo donde se unen grupo y público haciendo que la sala bote y vibre literalmente.
Volvieron para ofrecernos tres buenos cortes más, “Burning Up”, la gran versión del clásico “Breaking The Law” de Judas Priest que sonó fantástica, al igual que “My Majesty” que puso el cierre a una grandísima actuación.
Una vez más se demostró que la experiencia y el carisma son las mejores armas de los artistas veteranos, si además están en su mejor forma musical, poco más se puede pedir. Espero que los más jóvenes tomaran buena nota y sepan aprender de los maestros. ¡Viva la Reina!
Mariano Palomo

Thursday, May 04, 2006

GENÉTICO

25 de Abril de 2006. Sala Clamores

Es bastante llamativo que la sala decidiera anunciar al grupo como Rockservatorio en vez de con su verdadero nombre, pero lo cierto es que, por ese motivo o por el que fuera, fue un exitazo de público. Asistentes que, por cierto, eran un reflejo exacto de la diferencia generacional entre los propios miembros de la banda. Ya he dicho alguna vez que creo que es el único conjunto del mundo formado por padres e hijos, si alguien conoce otro caso que me saque de mi error.
El hándicap de GENETICO es que, aunque Rubén Melogno y sobre todo Hermes Calabria son músicos conocidos, sus composiciones son ignoradas por el público al no tener de momento nada publicado. Por eso en sus conciertos no faltan versiones que evitan que la gente se aburra. Algunas muy famosas, otras no tanto. Abrieron con el blues “The Power Of Love”, pasando enseguida a composiciones propias, como “Sola”, “La Maestra” o “Marisa”. En general podemos decir que se mueven entre el rock clásico y la fusión con otros estilos. Otras veces les he visto con un repertorio más popero, esta ocasión se decantaron más hacia el blues y el rock. Es bastante original la convivencia de la guitarra acústica de Rubén con la eléctrica de Marcelo, quien, por cierto, me sorprendió bastante con sus excelentes solos. Otro aspecto novedoso es que ya no canta sólo Rubén. En dos o tres temas la voz la pone su hijo Adrián, y en otros tantos lo mismo hace Marcelo. Adrián cantó una versión de la conocidísima “My Sharona” y otra balada en inglés cuyo título no recuerdo, y Marcelo un tema de Otis Reading, que, aunque se curró en inglés, presentaron en español como “Sentado en el Muelle”. También una canción propia, “De Perfil”, bastante rockera, rozando el hard. Los temas seguían cayendo, en ambos idiomas, y a la gente le importaba poco no conocerlos. Rubén estuvo realmente bestial en un blues que por el estribillo supongo que se llamaría “I Can´t Believe In You”. Tras terminar, hablando con él, vi que tenía la garganta hecha polvo, pero nada se notó en el escenario. Eso es un profesional con mayúsculas. Y de Hermes, ¿qué decir? Esa eterna expresión de calma en el rostro nunca me cuadra con su forma de arrear la batería. En la recta final no podía faltar al menos una alusión a su vieja banda Psiglo, con “Gente Sin Camino”. Para finalizar eligieron un tema propio buenísimo, esa especie de blues majestuoso llamado “A Montevideo Volvió”. Pero la cosa no acabó ahí, porque se trajeron invitado un grupo de candombe de su tierra natal que nos aporreó los oídos a base de bien. Nunca había oído nada ese estilo, según explicó el propio Rubén, los poquísimos negros que llegaron a Uruguay dejaron una huella imborrable implantando allí un ritmo que se convirtió en el más popular del país. La cosa consiste en juntar tambores, muchos tambores, y aunque allí sólo fueron siete, pueden llegar a juntarse más de cien. Incluso oídos acostumbrados a la música fuerte como los nuestros corren verdadero riesgo, y eso que ese fin de fiesta tan particular sólo duró unos diez minutos. Pero no pasó de ser algo anecdótico. Lo que importa de verdad es que Genético editen algo ya de una vez.
Nacho Jordán

Wednesday, May 03, 2006

ALABARDA / LEYENDA

22 de Abril de 2006. Sala Caracol

Siempre es un placer volver a pisar esta sala que se defiende con uñas y dientes de los intentos de cierre y del enfermizo acoso de nuestra Excavadora, ¡perdón! de nuestro Ayuntamiento. Esta fue la noche del heavy clásico, como veremos a continuación.

Con apenas diez minutos de retraso LEYENDA saltaron al escenario tocando “El Sueño del Infierno”. Su poder de convocatoria en Madrid es superior al de Alabarda, y eso se notó mucho en la cantidad de gente que había, muy poquitos llegaron tarde. Curiosamente, al principio pese a los aplausos ni los propios allegados de la banda se acercaban mucho al escenario, pero poco a poco el extraño fenómeno se fue corrigiendo. De nuevo con Héctor Reyes como teclista de apoyo, tuvieron otro invitado de excepción que no se hizo esperar mucho.

Tras “El Último Alado” y “Cazador” apareció el gran Dani Aller, de Ars Amandi, muy buen amigo de los Leyenda. Después de una breve intro con su instrumento de viento, cantó la excelente “Más Allá del Fin”. Otro corte del LP “Quintaesencia” con “Talento Oculto”, y nos presentan un tema nuevo, “Desierto de Hielo”, muy en su línea habitual. El sonido era excelente, quizá el único fallo fue que le faltaba un poco de volumen a la voz de Antonio.

Es muy probable que entren a grabar de nuevo este verano, y no querían desaprovechar la ocasión de presentar nuevo material, así que “Muerte o Salvación” y “Llegaré al Final” dan paso a otra canción inédita, “Sonríes a Medianoche”, también en su estilo de siempre aunque algo menos cañera. La hora que tenían asignada se acababa, y sólo quedó tiempo para dos temas más, “Quintaesencia” y la aplaudida “Soy Yo”, de nuevo con Dani en el escenario. Un estupendo fin de fiesta.

Apenas 20 minutos, y los cinco miembros de ALABARDA salieron de forma arrolladora. Como antes he dicho, esta fue la noche del heavy clásico. Si Leyenda están fuertemente influenciados por Maiden, Alabarda se asemejan más a Judas, una impresión que se refuerza por el hecho de que el cantante es el único del grupo con el pelo corto. Se trajeron una puesta en escena espectacular, con decorados y efectos pirotécnicos, y una forma de moverse en el escenario tan frenética, casi anárquica, que al principio resultaba casi imposible hacerles fotos.

En los primeros momentos mayoritariamente cayeron canciones de su último disco, “Furia Ígnea”, como “Senda de Fuego”, “Furia” o “Mordiendo el Polvo”. Enseguida empezaron a alternarse con temas de los otros dos L.P.´s, como “Oscuros Secretos” o “Abran Juego”. Esto me recordaba que he tenido que conocer a estos chicos por mi cuenta, porque su compañía jamás nos ha enviado nada de ellos (ejem). Se hizo evidente que la mayoría de la gente habían ido a ver a Leyenda, no obstante los maños se trajeron toda una expedición de seguidores de su tierra, que les apoyaron de tal forma que parecían el triple de los que eran.

Tuvieron un sonido bastante bueno. Al igual que sus predecesores, faltó una voz un poco más alta. Quizá la que más me gustó de sus nuevas composiciones fue “En Coma”, que no es ni mucho menos de las más duras. Reservaron para el final sus temas más antiguos y conocidos, como “Fuera de Control” y su canción-estandarte “Alabarda”. La excepción fue “Personaje de Ficción”, de su último trabajo, muy bien recibida, cerrando entre bengalas y chispazos con “No es Tarde”, exactamente hora y media que no se hizo ni corta ni larga, todo en su justa medida. ¡A seguir así!

Nacho Jordán