STRAVAGANZZA
21 de mayo 2006. Sala Caracol
No es esta una banda que se prodigue mucho en directo. Supongo que el hecho de que Leo tenga que compartir su tiempo entre su principal ocupación, Saratoga, y su proyecto más personal, STRAVAGANZZA, hace que tan solo en contadas ocasiones se puede permitir estos momentos de liberación. Eso sin contar lo exigentes que parecen ser tanto él como Pepe Herrero, a la hora de subirse a un escenario. Lo cierto es que esta era una ineludible ocasión de disfrutar de su arte, habida cuenta de lo poco que se dejan ver, además de poder conocer a los nuevos miembros del grupo. Y es que, si ya nos sorprendió el batería Dani (de lo mejor que puedas ver en directo) dejando Saratoga, aunque manteniéndose en Stravaganzza, finalmente dejó la compañía de Leo y Pepe para dedicarse de lleno a Skizoo, la banda a la que quiere dedicar toda su atención.
No es esta una banda que se prodigue mucho en directo. Supongo que el hecho de que Leo tenga que compartir su tiempo entre su principal ocupación, Saratoga, y su proyecto más personal, STRAVAGANZZA, hace que tan solo en contadas ocasiones se puede permitir estos momentos de liberación. Eso sin contar lo exigentes que parecen ser tanto él como Pepe Herrero, a la hora de subirse a un escenario. Lo cierto es que esta era una ineludible ocasión de disfrutar de su arte, habida cuenta de lo poco que se dejan ver, además de poder conocer a los nuevos miembros del grupo. Y es que, si ya nos sorprendió el batería Dani (de lo mejor que puedas ver en directo) dejando Saratoga, aunque manteniéndose en Stravaganzza, finalmente dejó la compañía de Leo y Pepe para dedicarse de lleno a Skizoo, la banda a la que quiere dedicar toda su atención.
El ambiente a las puertas ya avisaba de que dentro podía suceder algo grande para el grupo, que parece tener como más grato recuerdo, en directo, el Viña ’05. El concierto sirve de tardía presentación para su segundo CD, “Sentimientos”, y allá que se lanzaron, ante un público entregado que parecía dispuesto a perdonarlo todo. Porque de todo hubo durante la descarga. En primer lugar, la puesta en escena era de una elegancia mayúscula, con unos candelabros a los lados de la batería que daban un rollo oscurito muy atractivo. Las vestimentas iban acordes con el rollo gótico, vistiendo Pepe su falda favorita, la que le habréis visto en fotos... y Leo unas mangas negras, hasta los hombros, pero con pecho y espalda al descubierto. Quizás, el de aspecto más espectacular fue su nuevo bajista Patricio Babasasa (Edu tampoco está ya en la banda). Vestido de cuero negro y la cara maquillada, junto con su pelo rasta y su negra piel, mostraba un aspecto realmente fiero. Además pudimos disfrutar de la presencia de Aroa, la corista, así como de un teclista y un violín a cargo de Fernando Martín y Rodrigo Calderón respectivamente.
En lo musical debemos decir que el sonido no fue nada bueno, en ningún momento del concierto. El bajo retumbaba molestamente, sobre todo en golpes de cuerda largos, y, en general resultaba difícil distinguir unos instrumentos de otros. Al violinista a penas le pudimos oír, y lo mismo se puede decir de Aroa, que hizo lo que pudo, pero el estruendo la tapaba casi siempre. Pepe estuvo soberbio con su guitarra, obsequiándonos con algunos solos de corte clásico, ochentero, que yo no he encontrado en sus grabaciones de estudio, en contraposición con el estilo más modernista del grupo. Leo, por su parte, tuvo sus momentos, comenzando ostensiblemente nervioso, lo que le hizo cometer algún error como presentar la canción equivocada ó intentar cantar con el cable del micro arrancado. En estos primeros compases, pareció algo fría su garganta, pero, a partir del cuarto de hora más ó menos, mejoró llegando a lucir como lo que es, el mejor cantante nacional del momento, de cualquier estilo.
Patricio demostró una gran pericia con las cuatro cuerdas, lo que sin duda hará olvidar pronto al bueno de Edu. Por su parte Carlos Expósito, al que ya hemos visto en directo en otras colaboraciones, demostró su gran solvencia marcándose un fenomenal solo de batería, aunque, debo ser sincero, yo eché de menos a Dani, que me parece casi insustituible. Por supuesto, nos ofrecieron un repertorio formado por los temas más queridos del público, de sus dos discos. Además, pusieron sobre el tapete multitud de arreglos orquestales, habituales en Stravaganzza, pero que en su nuevo E.P. “El Hijo del Miedo” cobran absoluto protagonismo.
Momentos álgidos hubo varios, aunque yo me quedo con la impresionante versión del “Hijo de la luna”, de Mecano (La mejor banda de pop nacional que hubo y habrá). Para este tema, y el precedente, contaron con el grupo de danza Triana, formado por tres chicas que adornaron la música con una bonita exhibición de danza flamenca moderna. “Dios” fue igualmente coreado por todo el mundo, siendo, sin duda, su tema himno por antonomasia. Aunque “Pasión” ó “Miedo”, brillaron igualmente, despertando a un respetable que rayó a gran altura.
Cuando el concierto llevaba una hora justa, los músicos abandonaron el escenario sin dar explicaciones, para volver, tras cinco minutos de descanso, con un set en el que Pepe se sentó al teclado para acompañar a Leo en su personal exhibición vocal. Aquí fue donde vimos al mejor Leo, bajando y subiendo tonos con una maestría envidiable. Escalando hasta imposibles agudos para descender contenidamente hasta el mismísimo infierno. Incluso llegó a atreverse con algunas voces operísticas que a servidor le pusieron la piel de gallina. Lamentablemente, el sonido no era el que Stravaganzza se merecía, lo que deslució un tanto, el espectáculo.
Tanto esfuerzo acabó pasando factura, y en los últimos temas, Leo pareció sufrir para llevar su garganta a la frontera de lo imposible. A pesar de las pegas que pudimos sufrir, yo debo confesar que salí encantado de Caracol, convencido de haber visto a una de las mejores bandas del Metal nacional... y, desde luego, la más original. El esfuerzo que pone el grupo en ofrecer lo mejor de sí mismos, no solo a nivel musical, sino con su elegante espectáculo, es de agradecer... una prueba de lo que se puede dar al público, aún con presupuestos limitados... si los inútiles de TVE tuvieran alguna neurona en su cerebro, verían el potencial de esta banda, y les mandarían a Eurovisión. Tienen calidad técnica, buenas canciones, y un espectáculo elegante y retro a la par que moderno. Ahora que Lordi han dado la sorpresa... ¡es el momento de STRAVAGANZZA...! je, je, je...
Texto: Carlos Treviño Cobo
Fotos: Rafa Basa (www.rafabasa.com)
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