RPWL / ZYCLOPE
11 de mayo 2006. Sala Ritmo & Compás
Cuando me dirigía junto a mi compañero Mariano hacia R&C para ver a estos alemanes, no tenía ninguna referencia sobre lo que iba a ver y vivir. No había oído música de ellos, y ni tan siquiera los conocía dos semanas antes. Así pues, libre de tabúes y ideas preconcebidas, muy habituales cuando vas a ver algo conocido, me dispuse a dejarme llevar por lo que en el escenario sucediera.
Cuando me dirigía junto a mi compañero Mariano hacia R&C para ver a estos alemanes, no tenía ninguna referencia sobre lo que iba a ver y vivir. No había oído música de ellos, y ni tan siquiera los conocía dos semanas antes. Así pues, libre de tabúes y ideas preconcebidas, muy habituales cuando vas a ver algo conocido, me dispuse a dejarme llevar por lo que en el escenario sucediera.
Pero antes de que los alemanes subieran al escenario, lo hicieron los teloneros ZYCLOPE. Esta banda española de rock progresivo no estuvo nada mal como aperitivo, pero lo cierto es que en su aproximadamente media hora de actuación llegaron casi a aburrir. Presentaban su segundo disco, y sonaron temas como “Asesinato”, con la que empezaron, “Desenlace”, “Mi musa” ó “Recorriendo mundo”. La pega es que todos sus temas parecen una sucesión de intros, constantes notas sostenidas, con las que acabas teniendo la sensación de que no va a empezar nunca ninguna canción.
Dos teclados sobre el escenario, aunque uno de ellos solamente creaba atmósferas y arreglos mientras que la melodía corría a cargo del guitarra y el otro teclista. La única canción propiamente dicha, y la que más gustó al respetable en general, y a mí en particular, fue con la que cerraron su mini actuación, titulada “Electrical”. A continuación aparecieron er pe:ve:el, que es como ellos pronunciaban el nombre del grupo. Tras la gira de su último disco en estudio, “World Through My Eyes” (2005), editaron un directo grabado durante la misma, titulado “Start The Fire-Live”. Este concierto en R&C se engloba en la presentación de este disco en estudio, lo que podría ser una segunda etapa de la gira del disco en estudio.
La banda comenzó siendo un grupo tributo a Pink Floyd, y eso se les nota por todas partes, aunque, lo cierto es que en ningún caso sus propios temas son copias de sus mentores, sino que han tomado el estilo de referencia, aplicándole su propia personalidad. Y lo que nos queda es una extraordinaria colección de maravillosas composiciones que yo, desde mi desconocimiento, fuí descubriendo una a una con absoluta espectación.
La banda está compuesta por Jurgen Lang (voz), Karlheinz Wallner (guitarra), Stephen Ebner (bajo), Manfred Müller (batería) y, para los directos, cuentan con el teclista Markus Jehle, pues las teclas en estudio corren a cargo del propio vocalista. Una de las curiosidades de la noche estribó en que todo el fondo del escenario estaba tapado por una gran pantalla sobre la que se proyectaron imágenes que acompañaban a cada una de las canciones. Debido al poco espacio del que disponían, la propia banda recibía sobre sí mismos las proyecciones, quedando realmente curioso.
Comenzaron como lo hacen en el directo, con “Sleep” y “Start The Fire”, a la que siguieron “I Don’t Know” y “The Gentle Art of Swimming”. El ambiente sicodélico que protagonizaba toda la música de Pink Floyd, ya nos había calado a estas alturas. Si cierras los ojos, realmente tienes la sensación de estar escuchando a los Pink Floyd del “Wish You Were Here”, aunque presentando nuevos temas. La voz de Jurgen es clavada a la de David Gilmour, mientras que las composiciones os aseguro que tienen tanta calidad como las de la mítica banda.
Con “Roses”, lograron poner al personal en marcha cantando y dando palmas. La descarga continuaba con “3 Lights”, “Opel” ó “Trying to Kiss the Sun”, y el virtuosismo de los cinco nos tenía hipnotizados. En total llegaron a tocas 7 de los once temas que contiene el “World Through My Eyes”, cerrando el concierto con “Hole in the sky”, el tema favorito para la mayoría de los fans, según he podido averiguar en algún chat de internet.
Tras la despedida, volvieron a por los bises, con un Jurgen super feliz que se cargó una botella de rioja el solito durante la actuación, cerrándola con "Home Again", hicieron una versión de Pink Floyd que, si no me equivoco, era “Welcome to the Machine”. Lo cierto es que, con una sólida base floydiana, también pudimos descubrir influencias en su música de gente como U2 ó INXS. Tras más de dos horas de impresionante descarga se despidieron dejándonos la auténtica sensación de haber presenciado algo inolvidable. Sinceramente... hubo momentos de piel erizada. Muuuuuuuuy buenos...
Texto: Carlos Treviño Cobo
Fotos: Mariano Palomo
Fotos: Mariano Palomo
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