Monday, February 27, 2006

STREAM OF PASSION / DAMIAN WILSON

11 de febrero de 2006. Sala Caracol

Difícil elección la que se nos presentaba este sábado en la capital. Nos encontramos ante la difícil tesitura de tener que elegir entre las actuaciones de Stream of Pasion, en Caracol, y After Forever, dos bandas del mismo estilo. Fijaros que pedazo de concierto podían haber montado los promotores si se hubieran puesto de acuerdo para realizar un solo y compartido evento. Pero claro, la lógica del dinero y los intereses comerciales van por otro camino. Así pues, opté por Mr. Arjen Anthony Lucassen, personaje al que admiro enormemente sobre todo tras aquel impresionante trabajo titulado “The Human Equation”, grabado con su más exitoso proyecto (al menos en los últimos años) llamado Ayreon, pues de After Forever y la magnetizante Floor Jansen, ya había tenido el gusto de disfrutar, en su anterior gira.
Para abrir boca, apareció sobre el escenario Damian Wilson, habitual colaborador de Lucassen que, con tan solo una guitarra acústica, intentó preparar el ambiente adecuado para la descarga de SOP… No lo consiguió… “auténticamente soporífera” definiría perfectamente la actuación del cantante pues, si bien no estuvo exenta de calidad vocal, no era lo adecuado para una noche como esta. Tan solo un pequeño grupo de incondicionales, en la primera fila, disfrutaron con una actuación que el resto de la gente ignoraba por completo. Tan solo cuando se despidió con la igualmente inadecuada “Satisfaction”, de los Rolling, arrancó alguna sonrisa, cantando entre el público. Vamos a lo que interesa… Stream Of Pasion… nuevo proyecto de Lucassen que ha reunido para la ocasión a su colaboradora en Ayreon, la mejicana Marcela Bovio; el teclista, compañero en Elfonía con Marcela y novio de la misma (¡otra que se me escapa!) Alejandro Millán; la hermana Diana Bovio haciendo coros; la guitarrista estadounidense Lori Linstruth; y la base rítmica holandesa a cargo del batería Davy Mickers y Johann Van Strattum como bajista. La descarga comenzó como lo hace el CD, “Spellbound” y, a continuación, “Passion”. Marcela se mostró feliz y contenta de poder hablar por fín en castellano ante el público. Más de media sala dispuesta a disfrutar del arte de la banda, aplaudieron con fervor, desde el principio, el buen saber hacer de los músicos, así como un sonido espectacularmente bueno, lo que resulta un ingrediente primordial para cualquier espectáculo musical.
La pequeña Marcela era el núcleo de todo lo que sucedía en el escenario, compartiendo protagonismo con la guitarrista Lori, que se hizo cargo de prácticamente todos los solos. Sonaron temas de varios proyectos de Lucassen como es Ambeon, Star One o Ayreon. Interesante la canción que salió de fusionar “Songs of the Ocean” (Star One) con “Deceiver” (SOP). Igualmente emocionante fue poder escuchar, por fín, en directo algún tema de “The Human Equation”. Fueron “Day One: Vigil” y “Day Three: Pain”, momento que aprovechó Lucassen para dirigir unas palabras de agradecimiento a la audiencia. Sorprendente la increíble modestia de este incomparable músico, pues siendo el absoluto líder del proyecto, director y compositor de todo, dejó los egos a un lado, permitiendo que sus músicos se lucieran a placer, cediéndoles todo el protagonismo. Hasta tal punto que en algunos momentos de la actuación incluso desapareció del escenario, cuando le hubiera sido muy fácil haberse quedado, aunque fuera para acompañar con una acústica. Fue el caso de uno de los momentos cruciales de la noche, la interpretación de “Nostalgia”, con el piano de Alejandro sonando de forma excepcional mientras Marcela mostraba al público todo lo que era capaz de hacer su garganta, eso sí, muy bien arropada por su hermana Diana. Creo que no hubo en la sala nadie a quien no se le erizara la piel.
“Out in the Real World”, que será su próximo single y video-clip, nos sacó del embelesamiento en que habíamos caído. Sin embargo, no sonaron con la misma fuerza los temas de Stream of Passion que los que tocaban de proyectos anteriores, y se podía apreciar cierto vacío en los que no cantaba originalmente Marcela. Por ello, cuando en la recta final de la actuación apareció Damian Wilson (¡sí, sí… el aburrido telonero!) a cantar algunos temas, vimos que todo hubiera funcionado mucho mejor si hubiera salido en todos los que no eran propiamente de SOP. Estos fueron “Castle Hall”, tras el que salieron del escenario, y, como bises, “Into the Black Hole” y “Cold Metal”. No se decir de qué proyecto son, pero si puedo decir que no son de SOP, y que fueron los que mejor sonaron, a excepción de los propios de la banda.
Con la voz portentosa de Damian Wilson, seguro que hubieran brillado mucho más algunos temas, de anteriores proyectos de Lucassen, que quedaron algo sosos. Para ir terminando, “When the Levee Breaks”, cover de Led Zeppelín demasiado irreconocible para mi gusto, y que será el tema extra del próximo single “Out in the Real World”. Y, como final, “Day Eleven: Love”, otro del genial “The Human Equation”. A destacar el perfecto sonido, la maestría de todos los músicos (destacando a Marcela, Alejandro y Lori), y la admirable modestia de todo un prolífico gigante de la música (unos dos metros), mega-compositor/ multi-instrumentista, Mr. Arjen Anthony Lucassen… Por cierto, si entras en su página web, podrás ver que tiene un lugar en el que puedes votar que es lo siguiente que quieres que haga. Las opciones son cualquiera de sus bandas (¡incluso Vengeance!), o algo totalmente nuevo (yo ya he votado por esta última opción)… simplemente extraordinario.
Texto: Carlos Treviño Cobo
Fotos: Bárbara Hernández (
www.metalsymphony.com)

Tuesday, February 14, 2006

EDGUY / DRAGONFORCE

9 de febrero de 2006. Sala Aqualung

Nueva visita a Madrid de los alemanes Edguy secundados por los británicos Dragonforce y los desconocidos Sabaton a los que no llegué a ver en su ejecutoria en Aqualung, aunque por lo que me cuentan tampoco me perdí mucho.

A los que sí pude ver y escuchar desplegando toda su enérgica música fue a los chicos de DRAGONFORCE, una joven formación londinense que ha sido capaz de abrirse un hueco dentro del metal europeo dentro de un panorama bastante sombrío y estéril en lo que a este estilo se refiere en el Reino Unido. Era la cuarta vez que aparecían por tierras hispanas tras sus anteriores participaciones, en el Festival Torres Rock, abriendo para W.A.S.P. en su última gira y dentro del cartel del pasado Lorca Rock. Y por lo que se ve han sido capaces de conquistar a un buen número de fieles en nuestro país, que al menos en esta ocasión en Madrid arroparon y jalearon de forma entusiasta su frenética música. Una música que por otra parte tampoco es nada del otro mundo salvo por la velocidad con la que desarrollan cada uno de sus temas, bastante largos en la mayoría de los casos y con un protagonismo muy destacado para los guitarristas Sam Totman un curioso personaje al que me da la impresión que no le son en absoluto ajenos la fiesta y el cachondeo, y el oriental Herman Li que mostró mejores virtudes musicales, aparte de su espectacular imagen de interminable melena hasta debajo de la cintura. También es marca de la casa el doble bombo disparado hasta el extremo, aunque sin llegar a las cotas en directo que desarrollan en sus discos, obviamente David Mackintosh es humano y si hubiera sido capaz de golpear sus bombos a la velocidad que aparece registrada en estudio hubiera sido de Guiness. Por su parte su compañero en las tareas rítmicas el bajista Frederic Lecreq cumplió sin demasiados alardes, mientras que el teclista Vadim Pruzhano pasó bastante desapercibido, aunque sí se le notó más en los coros apoyando al correcto vocalista Z.P. Theart que, eso sí, se esforzó en agradar con continuos lanzamientos de botellas de agua y movimientos y algunas palabras en un muy entendible castellano.

Aunque para espectáculo el que intentaban ofrecer los guitarristas sin parar de saltar de la tarima central, algo que tenía su gracia, pero que por momentos llegaba a convertirse en monótono. Los temas, pues la verdad es que no se diferenciaron mucho entre sí, desde “Cry For Eternity” con la que empezaron a descargar hasta la más melódica y algo menos acelerada “Valley Of The Damned” que daba título a su primer trabajo. Entre medias otros tres temas, “Fury Of The Storm”, “Storming The Burning Fields” y “Trough The Fire and Flames”, sin grandes detalles destacables de unas entre las otras. Algo más de media hora de descarga de adrenalina que fue suficiente para calentar al personal, y que quizá si hubiera durado más se hubiera hecho demasiado pesado y repetitivo. En este caso totalmente aplicable el dicho de Baltasar Gracián “Lo bueno si breve, dos veces bueno”.

Pero lo auténticamente bueno venía a continuación. La presentación en Madrid de “Rocket Ride” la nueva y fantástica entrega de EDGUY. Una banda que se consolida cada vez más como uno de los máximos exponentes del heavy metal melódico y cada vez más próximos al hard rock como demostraron esta noche de jueves en la capital. Me resulta muy gratificante ver como un genio como Tobias Sammett ha evolucionado de esta manera en sus actuaciones en directo junto al resto de sus compañeros de banda. Lejos ha quedado la actuación sosa y estática que nos ofrecieron en la primera edición del añorado Rock Machina de Moncofa, ahora es todo dinamismo y alegría en escena, sin olvidarse de lo más importante, un muy buen sonido y un repertorio que en esta ocasión fue una auténtica colección de singles pegadizos y contagiosos.

Lógicamente basaron gran parte de su repertorio en la nueva obra de la banda, desde el principio con dos de sus buenos cortes, “Catch Of The Century” que resultó un buen pistoletazo de salida, y la más extensa y brillante “Sacrifice”. Todo sonaba muy bien, Tobi en muy buena forma vocal, entregado al máximo, Jens Ludwig desplegando elegancia y energía con su guitarra, bien secundado por el rítmica de la Flying V Dirk Sauer (¿o era Michael Schenker como le presentó Tobi?), y con una dinámica y contundente base rítmica con el hiperactivo Tobias “Eggi” Exxel al bajo y con el buen pegador Felix Bohnke.

El primer guiño al pasado vino con la contundente “Babylon” de “Theater Of Salvation” trabajo por el que les conocieron la gran parte de sus fieles fans, y que fue tan bien acogida como ejecutada. Pero era hora de empezar con el show y la fiesta de verdad, primero con las primeras notas de “The Trooper” de los Maiden que cortaron a la mitad cuando ya estaban con el público más que caliente y al que acabaron de poner en marcha con dos de sus pelotazos más comerciales y hard rockeros, “Lavatory Love Machine” de su anterior disco “Hellfire Club” que volvió a ser maravillosa en directo. Al igual que la genial “Trinidad”, que presentaron como tema poco recomendable para ser tocado en Alemania, pero ideal para el público español.
Y acertaron de pleno, con Tobi en plan turista caribeño total recordando al ínclito David Lee Roth tocado con un gorro playero y un collar hawaiano para dar color a una divertidísima interpretación en la que dejaron caer dos telones a ambos lados del escenario ilustrados con esos curiosos personajes alienígenas que aparecen en la portada de su último disco, por otra parte, de lo poco resaltable del escenario aparte de la altura de la tarima de la batería y de las luces en algunas fases.
Volvieron a ponerse un poco más serios con “Tears Of A Mandrake” en la que sonaron demasiado las teclas programadas, pero que sigue siendo uno de los himnos de Edguy y sin duda uno de sus mejores temas, al igual que “How Many Miles” que sonó a continuación. “The Asylum” nos devolvió a “Rocket Ride” con un tema más tranquilo que fue creciendo y acabó enganchando al personal y que dio paso a un curioso solo de batería de Felix Bohnke que acabó con una máscara de Darth Vader y tocando la marcha imperial de La Guerra de las Galixias con la célebre fanfarria de fondo, al menos algo original dentro de lo poco originales que suelen ser los solos.
Nuevo punto fuerte con “Superheroes” el primer single de su último disco y que justificó su elección en directo, llegando muy bien a la audiencia. Cierre antes de los bises con el tema más heavy de la noche, la contundente “Mysteria” que hizo doblarse los cuellos a toda caña y que puso a cantar a todos los presentes su directo estribillo.
Vuelta a escena con la épica “Vain Glory Opera”, fantástica una vez más. Y acto seguido, y después de haberse subido un par de veces por las escaleras laterales de Aqualung a cantar, Tobi preguntó a la audiencia que queríamos escuchar a continuación. La respuesta fue prácticamente unánime “Avantasia”, y nos satisficieron en parte, ya que no sonó el tema que da nombre a la magistral Opera Rock de Sammett, pero si un buen tema como “Sign Of The Cross”. Final total con otro buen pelotazo como resultó “King Of Fools” de nuevo con el espíritu festivo en todo lo alto.
En definitiva hora y media larga de diversión, buena música y calidad a cargo de, en mi modesta opinión, una de las mejores bandas que ha dado Europa en los últimos años y que lejos de anquilosarse en el power metal repetitivo y monótono siguen creciendo sin perder nada de su calidad y dinamizando su música trabajo a trabajo. Bien por ellos.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez

Tuesday, February 07, 2006

U.D.O.

4 de Febrero de 2006. Sala Heineken

Nueva venida a la capital de uno de iconos del auténtico metal alemán y europeo, el enorme a pesar de su corta estatura, Udo Dirkschneider. Un caballero que junto con su cada vez más compacta y precisa formación volvió a ofrecernos dos horas de puro y duro heavy metal ejecutado con poderío, clase y carisma a raudales ante una muy numerosa y entregada audiencia. Venía el pequeño nibelungo presentando su último trabajo “Mission No. X” con cuyos dos primeros temas, el que le da título y el fenomenal single “24/7”, abrieron de forma poderosa su actuación, sonando muy potentes y claros desde un primer momento y ofreciendo todo su buen hacer. Con Udo dando todo una vez más con la voz en buena forma, aunque ayudado por una reverb algo exagerada en algunos momentos, que apagaban un tanto los buenos coros del entregado y sólido bajista Fitty Wienhold y del hace tiempo reconvertido a guitarrista Stefan Kaufmann que cumplió perfectamente su labor mayoritariamente rítmica con algunos solos sobre todo en los temas de Accept que, aunque en menor medida que otras veces, también cayeron en el repertorio.

Un set que recorrió prácticamente todas la grabaciones del grupo, con cortes que sonaron rotundos como “Independence Day”, “Trip To Nowhere” o “Heart Of Gold” de sus primeras obras, y otros más recientes y relajados que sonaron igualmente fantásticos, sobre todo “Blind Eyes” y “Cry Soldier Cry”, tras la cual, el cada vez más brillante guitarrista, Igor Gianola se marcó un buen solo de guitarra que comenzó con cierto aire Blackmore y que fue acelerando y endureciendo haciéndolo bastante dinámico para ser un solo, que no es algo que me entusiasme en exceso en los conciertos, y que en esta ocasión me pareció más que correcto, al igual que el del contundente batería Francesco Jovino que sonó tras el primer guiño a Accept con la genial “Princess of the Dawn” que puso al público aun más entregado coreando y palmeando sin parar, y tras “Thunderball” que también sonó muy bien.
Recuerdo para el primer trabajo de U.D.O. “Animal House”, con el tema título que sonó realmente frenético y potente, y con la coral “They Want War” en la que las voces del público también fueron protagonistas, con unas proyecciones bastante curiosas a modo de telón en el fondo del escenario, algo que repitieron cambiando a lo largo de toda la actuación como complemento a unas intensas y bien elegidas luces. Cerraron antes de los bises con la cibernética “Man And Machine” e igual que lo hacen en su último disco, con la cañera y directísima “Mad For Crazy”.
No se hicieron esperar mucho para volver con la contundente y pesada “Holy” en la que Udo volvió a tirar bastante de reverb, y nos reservaron para el final un poker de piezas de Accept que acabaron de machacarnos nuestras ya castigadas lumbares y cervicales. “Metal Heart” que sonó fantástica con el solo de Kaufmann y la gente poniendo esas voces enormes que acompañan a los coros, al igual que en el himno “Balls To The Wall” que volvió a transportarnos a las mejores épocas del heavy metal europeo. Acelerado fin de fiesta total con la buenísima y rockanrolera “Burning” y con el tema que a muchos enseño lo que era el speed metal, “Fast a Shark”.
Ciento veinte minutos de auténtico heavy metal que volvieron a mostrar la eficiencia y entrega de un señor que a pesar del paso del tiempo sigue estando entre los mejores, que tomen nota otros más jovencitos y estrellitas. Buenísimo.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Rafa Basa (www.rafabasa.com)