Tuesday, November 20, 2007

STRYPER

3 de noviembre de 2007. Sala Joy Eslava

Enorme la expectación despertada por los abanderados del rock cristiano en su primera visita a Madrid. Una expectación que se palpaba desde primeras horas de la tarde cuando los habituales viandantes de la céntrica calle Arenal se preguntaban que hacían todos esos peludos (en su mayoría) haciendo cola en la puerta de uno de los recintos punteros del pijerío capitalino. Pues nada más y nada menos que coger sitio para poder ver y escuchar en condiciones la descarga de Stryper, y por lo que comprobamos los que no teníamos ni tanto tiempo ni tantas ansias y entramos más tarde, era prácticamente imprescindible si querías disfrutar plenamente del espectáculo.
Y es que señores míos, una cosa es habilitar la sala como discoteca y otra muy distinta es hacerlo como local de conciertos, porque al final los que pagamos el pato somos los de siempre, los sufridos fans que tras dejar en taquilla el correspondiente importe de la entrada y llegar a colgar el cartel de “No Hay Billetes” sufrimos en buen número lo poco apropiado de la distribución de la sala para actuaciones en vivo. Mucha gente se quedó sin ver ni escuchar en condiciones prácticamente nada del concierto agolpados en palcos para una o dos filas a lo sumo y que estaban a reventar, algo que nos sucedió en las dos primeras canciones de Stryper, y que afortunadamente pudimos solucionar con una mejor ubicación en una zona en un principio reservada tras un intercambio de pareceres, con el jefe de sala y en el que salieron a relucir términos como “denuncia”, “hoja de reclamaciones”, “prensa” o “policía” y tras la cual cargó toda la responsabilidad al promotor del evento, pero que por lo que hemos podido comprobar posteriormente tras tener acceso al contrato de alquiler de la sala, corresponde adjudicársela en su gran mayoría a esta.
En el mismo se especifica claramente que la sala tiene una capacidad de 1.400 personas, y se acompañan unos planos bastante poco ilustrativos de la distribución de la misma y a través de los cuales los promotores vendieron todo el taquillaje un poco a ciegas, seguramente hubiera sido bueno que comprobaran in situ el aforo del local. En fin, el mal ya está hecho, el promotor ya se ha llevado palos como para construir un fuerte del oeste, y si un local te asegura con un contrato por medio un número de localidades, lógicamente intentarás vender las más posibles y no creo que interese jugarse el prestigio y la seguridad de los asistentes por mucho dinero que se pueda ganar; por lo que creo que hay que apuntar más en el debe de la sala estos hechos que sí que me parece que han ido descaradamente a hacer caja a lo bestia, las matemáticas son inflexibles: 700 asistentes (que es lo que procedía como mucho para ver todos el concierto en condiciones) a 5 euros por cerveza = 3.500 euros, 1.400 a 5 euros = 7.000 euros.
Tras este, creo, indispensable preámbulo para ponernos en situación, vamos con lo puramente musical que es lo que realmente importa. Entramos en la sala con los catalanes SACRED haciendo un muy buen medley de clásicos del heavy / rock sonando fragmentos de “The Evil That Men Do” de Iron Maiden, “Boemian Rhapsody” de Queen, “Eyes Of A Stranger” de Queensryche, “Perfect Strangers” de Deep Purple o “Breaking The Law” de Judas Priest que sonaron magníficos y que sirvieron para calentar al personal, más pendiente de otras cuestiones, y que remataron con un par de temas propios dejando buen sabor de boca a los asistentes.
Con la gente ya bastante calentita en todos los sentidos, y tras casi una hora de espera, salieron a escena tras las notas de “The Battle Hymn Of The Republic” los cuatro evangelistas del heavy metal americano. Y sí, digo del heavy metal, porque lo que nos ofrecieron STRYPER al igual que en Lorca y por lo que cuentan en Atarfe que no pude disfrutar, fue un auténtico concierto de heavy metal, lleno de guitarras afiladas, bases poderosas y voces agudas y altas, que dieron forma a la tremenda ración de himnos que nos ofrecieron.
Los dos primeros “The Way” y “More Than A Man” apenas pudimos apreciarlos desde nuestra infame primera ubicación, y fue ya correctamente situados cuando empezamos a disfrutar con la movida “The Rock That Makes Me Roll” con unos poderosísimos coros a cargo de Oz Fox, que ha recuperado la forma admirablemente tanto en las voces como en la guitarra, y del más móvil y participativo sin parar de poner posturas Traci Ferrie con su bajo en ristre. Por supuesto todas las miradas iban inevitablemente hacia un frontman como Michael Sweet que aun siguiendo en un muy buen momento vocal me sorprendió y convenció algo menos que en Lorca, pero que volvió a reafirmarse como un tremendo guitarrista haciendo y clavando buena parte de los solos del show, mientras con su hermano Robert me pasó más o menos lo mismo, cumplió perfectamente pero tampoco me sorprendió tanto.
Con un buen sonido, al menos desde nuestro sitio, muy heavy, compacto, contundente y llegando directo al personal que participó en todo momento cantando y jaleando sin parar, algo lógico cuando fueron cayendo uno tras otro trallazos como “Makes Me Wanna Sign” que resultó fantástica, las afiladas “Loud N’ Clear”, “Loving You” o “Free” que sigue siendo mi favorita del grupo, pasando por las más melódicas “Reach Out” o por supuesto el mega single “Calling On You” que Michael Sweet comenzó en sus primeras estrofas a capella cantando con el público para entrar con todo su poderío posteriormente. Repitió el vocalista el experimento con la única balada de la noche, la preciosa “Honestly” que interpretó con el único fondo de un teclado grabado que en mi opinión quedó bastante frío y le quitó gran parte de la intensidad que desprende en su versión original con todos los instrumentos. Entre medias cayeron un par de sorpresas para muchos, una buena aunque endurecida versión de “Piece Of Mind” de Boston que Michael Sweet ya hizo en el tributo al tristemente desaparecido Brad Delp y que presentó como un tema de su próximo trabajo y que muchos no reconocieron, y “Open Your Eyes” la única que sonó de su última entrega en estudio “Reborn” por otra parte la más convincente de su más reciente remesa que no desentonó en el conjunto de clásicos que plagaron el set list.
A pesar de ello algunos echamos en falta algún tema de álbumes como “In God We Trust” o “Against The Law”, quedándose prácticamente todo enclavado en sus tres primeras obras y con un cierre lógico viendo el desarrollo de la actuación con otros dos tremendos pelotazos como los temas que daban título a sus dos obras maestras “Soldiers Under Command” de nuevo con comienzo a capella para romper bestial con un tremendo duelo de guitarras en el que se salieron Sweet y Fox (o deberíamos decir Ricardo Martínez que es como le bautizaron), y la impresionante “To Hell With The Devil” coreada hasta la extenuación y con un subidón final a cargo de Michael Sweet que se exhibió como no lo había hecho en toda la actuación.
Para terminar algo bastante moña, para lo que fue el concierto en general, con el villancico “Winter Wonderland” aprovechando la cercanía de las fechas navideñas y ahorrándonos las habituales plegarias cristianas que están muy bien pero que a algunos les rallan bastante. Una pena todo el tiempo que tardaron en salir a escena, ya que tras hora y cuarto escasa se retiraron y no volvieron, dejándose en el tintero temas que tenían previsto y estaban tachados en sus sets como “C’Mon Rock” o “Sing Along Song”.En cualquier caso buen concierto, pero con las condiciones adecuadas podría haber sido brutal, seguramente cuando vuelvan el año que viene, que volverán como todos, habrán tomado buena nota y les podamos disfrutar en mayor plenitud. Por otra parte esperemos que, como buenos cristianos, la próxima vez tengan un trato más amable y cercano con sus fans, que en algunos casos se patearon media España para seguirlos, y a los que no correspondieron como se merecían, no cuesta tanto hacerse una foto o firmar un autógrafo. Pero ya sabéis el refrán, “A Dios Rogando, Y Con El Mazo Dando”.
Texto: Mariano Palomo
Fotos (archivo): http://www.stryper.com/

Monday, November 12, 2007

FIREFEST IV

26 y 27 de Octubre de 2007. Nottingham Rock City (Inglaterra)

Llegó la cita señalada en rojo en el calendario de todos los amantes del rock melódico en Europa, el FIREFEST, ya en su cuarta edición bajo esta denominación y heredero directo de los míticos Gods de los 90’s y principios del siglo XXI. Una edición que se presentaba con demasiados alicientes como para perdérnosla y allí que nos fuimos un buen número de españoles entre los que estábamos los miembros de Alianza que firmamos esta crónica junto con un montón de buenos amigos con los que compartimos un intenso y agradable fin de semana. Los alicientes que comentaba se pueden resumir sobre todo en estos: la vuelta a los escenarios después de más de una década de FM para un único concierto, poder ver la mini gira de despedida de Tyketto, asistir a la despedida definitiva de los escenarios de Harem Scarem y ver por primera vez en Europa a los reunidos Valentine de Hugo. Y visto lo visto se cubrieron más que con creces prácticamente todas las expectativas, salvo por parte de Harem Scarem que estuvieron muy lejos de la altura y compromiso que se les suponía y debería exigir a una banda de su nombre.Queremos resaltar la magnífica organización a cargo de los responsables de la revista Fireworks, con mención especial para Bruce Mee, buen amigo de algunos de los españoles que nos desplazamos hasta tierras británicas, y que nos dio todas las facilidades para poder cubrir lo mejor posible el evento. Algo a lo que ayudó en gran medida las fantásticas instalaciones en las que se desarrollaron las actuaciones, con sus cosas mejorables por supuesto, pero muy por encima en lo que a comodidad y sonido se refiere respecto a lo que estamos acostumbrados a padecer por territorio ibérico. Eso sí, los fumadores corren alto riesgo de pillar un buen resfriado ya que estaba prohibido fumar en todo el local y eran frecuentes las peregrinaciones a la calle para saciar el ansia nicotínico.

Comenzó el Festival el día 26 en un local perteneciente a la Trent University de Nottingham con capacidad para unas novecientas personas y que prácticamente se llenó, aunque con continuas entradas y salidas de personal, para asistir a las actuaciones de algunas interesantes formaciones a modo de calentamiento festivo sirvieron como buen prólogo al plato fuerte que nos esperaba el sábado.
No debe ser fácil abrir un festival tan importante, pero la band de Belfast STORMZONE fueron a por todas. Con una estupenda pinta sobre el escenario (con telón incluido), desgranaron su primer y hasta la fecha único trabajo casi al completo. El show comenzó con la directa “Spellbound” y continuó con la absorbente “Beating Of A Heart”. Liderados por su vocalista John “Harv” Harbinson que se movió con estilo sobre el escenario, Stormzone sonaron a grupos clásicos como Whitesnake, UFO o incluso Praying Mantis. Temas como “Rock On Through The Night” o “Hold On To Her Love” eran reconocibles para el público, y sobre todo el estupendo medio tiempo “Cryin’ In The Rain”. Me sorprendió que no tocaran ninguna versión, pero su concierto se centró íntegramente en su primer disco, ni más ni menos. Lo hicieron bastante bien, por sonido y por actitud y dejaron buen sabor de boca. Lo mejor de ellos las guitarras de Keith Harris y su vocalista John Harbison (ex Emerald y que estuvo a punto de ser el nuevo frontman de los renacidos Fastway). Primer concierto en Inglaterra de Stormzone, primer grupo del Firefest y notable alto para ellos.
Jesús “Nono” García
Tras la muy buena descarga de los chicos de Stormozone, le tocaba el turno a una de esas figuras, prácticamente de culto que aprovechan este tipo de eventos para recordarnos que sigue en activo y con ganas de dar guerra. En este caso estamos hablando del ex vocalista de Onslaught, Grim Reaper y Lionsheart, Steve Grimmett, que se presentaba bajo la denominación de su propia banda, THE STEVE GRIMMETT BAND. Una banda que sonó bastante bien, con músicos que a pesar de no parecerme excesivamente reconocibles, vamos que no reconocí a ninguno, cumplieron más que bien, sobre todo en lo que a guitarras se refiere, y que paliaron además con sus coros las más que evidentes carencias vocales del orondo Grimmett. Una auténtica lástima, ya que el set me pareció bastante interesante, con algunos temas de su reciente entrega como S.G. Band “Personal Crisis” que tenían muy buena pinta en onda de hard melódico potente y pegadizo, y por supuesto de sus álbumes con Lionsheart y en menor medida de Grim Reaper que eran los que más cuadraban dentro del estilo del festival, con mención especial para las magníficas “Deja Vu” y “See You In Hell” que fueron de las mejores. A pesar de que por mucha actitud y ganas que le pusiera Steve no podía llegar a los tonos adecuados y se quedaba a medias la mayoría de las veces, una pena porque musicalmente me parecieron muy interesantes recordándome en ocasiones a sus paisanos Praying Mantis. Esperemos que Grimmett se ponga las pilas y se cuide un poco más, porque potencial y futuro puede tener con esta banda, en caso contrario estaremos ante a otro estéril proyecto fantasma.
Mariano Palomo
La herencia de Fair Warning se presentaba como SOUL DOCTOR en su primer show en directo en el Reino Unido a través del Firefest. Ganas y entrega no faltaron pero Soul Doctor remaron contracorriente, primero porque su concierto nació con un sonido bastante deficiente. Arrancaron con el corte que da título a su último disco, “Blood Runs Cold”, para continuar con “Touch Of Love”. Tommy Heart hacía lo que podía, pero al poco de empezar su micrófono dejó de sonar. Continuaron después con la melódica “Temptation” y cuando todo parecía ir bien se perdió el sonido del amplificador de la guitarra de Chris Lyne. El grupo siguió tocando sobre el escenario solventando con oficio tanto problema técnico, pero eran demasiadas dificultades. Con la vuelta de la guitarra de Chris (fantástica pinta con su Gibson de caja negra a lo John Sykes) llegó lo mejor del show de Soul Doctor, la pegadiza “Laugh In The Face Of Danger” de su último trabajo y sobre todo un medley de Led Zeppelin de diez minutos con retazos de “Rock n’ Roll”, “Whola Lotta Love” y “Black Dog” entre otros que encendió la sala, para cerrar definitivamente con el tema que de nombre a la banda que no es otra cosa que la versión del clásico “Soul Doctor” de Foreigner. Fue un concierto irregular por tantos problemas de sonido, pero Soul Doctor con Tommy Heart a la voz y Chris Lyne a la guitarra prometen grandes emociones sobre un escenario. Seguro que tendrán conciertos mejores.
Jesús “Nono” García
Después de la actuación de Soul Doctor salimos del recinto de la Students Union de la Trent Universitiy para despejarnos, cenar y dar una vuelta por Nottingham y nos fuimos a descansar para todo lo que nos esperaba al día siguiente. Por lo tanto no presenciamos las dos actuaciones que cerraban la noche del viernes, la de los clásicos DEMON que según nos cuentan estuvieron bastante flojos, y de los progresivos THRESHOLD que a juicio de los que los vieron fueron los mejores de esta primera jornada del Firefest con un gran sonido y una notable actitud.

Y llegó el día grande, algo que se respiraba y se palpaba en el ambiente, con una importante fila esperando pacientemente a la apertura de puertas en el magnífico Nottingham Rock City a eso del mediodía, para empezar a poblar la sala y disfrutar de los momentos, algunos realmente memorables, que nos esperaban.

Poco antes de la una del medio día los alemanes JADED HEART abrieron fuego en el segundo y principal día del Firefest. No habían vuelto a tocar en Reino Unido desde 2001, por aquel entonces con Michael Bormann a la voz, y tenían muchas ganas de hacerlo bien, y vaya si lo hicieron. Con el Rock City semi lleno, Jaded Heart ofrecieron un estupendo concierto, se habían olvidado de su primera etapa con Michael Bormann y se centraron sobre todo en su anterior disco "Helluva Time" y en su última entrega “Sinister Mind” con el altísimo ex Scudeiro Johan Fahlberg a la voz y con Peter Oströs a la guitarra. Su show empezó con fuerza con la simbólica “Together”, y siguió con el corte que da título a su último disco “Sinister Mind”. Pronto se pudo comprobar que Jaded Heart ofrecían un concierto tan poderoso como melódico, y como es lógico cargando las tintas en su última entrega sonando “Justice Is Deserved”, “Going Under” y “Hellucinate”. En todas participó a los coros el teclista Henning Wanner, el mismo que viene acompañando en sus directos a los renovados White Lion de Mike Tramp, y me gustó sobre todo en la última que sonó más melódica que el resto. El público del Firefest estaba disfrutando con el buen concierto de los alemanes. El broche final fue sobresaliente, con el vocalista Johan Fahlberg al frente Jaded Heart capturaron al público con la brillante versión del clásico de Anastacia “Pay My Deuce” que incluían en su “Helluva Time”, con el single de su última entrega “Hero” con estupendos coros y muy seguida por el público, y con el clásico “It Feels Like Home”. Gran concierto de Jaded Heart que supo ganarse al respetable con su manual de heavy melódico germano.
Jesús “Nono” García
Tras la arrolladora actuación de Jaded Heart, les tocaba el turno a los neoyorquinos CRUNCH, que no son otra cosa que los chicos de Adriangale con renovada base rítmica, Dough Odell al bajo y Joe Cruz a la batería, que por cierto lo hicieron bastante bien, sobre todo el primero. Ambos acompañaron al núcleo duro de la formación, encabezado por el fornido vocalista Jamie Rowe que apareció en escena con una imagen pintoresca, por decirlo de alguna manera, recordando bastante al desaparecido John Candy en su papel de policía en la película de los Blues Brothers (“Granujas a Todo Ritmo”), pero haciéndolo muy bien en su labor vocal que después de todo es lo que realmente importa, además de mostrándose muy comunicativo y cercano al público. Los otros dos elementos del grupo, los guitarristas Eddie Campbell y Vic Rivera, cumplieron su función sin demasiados alardes técnicos, con más energía y entrega en escena por parte del segundo, y como nos comentó alguien con más ganas y actitud que talento, pero sacando bien adelante los temas a pesar de no lograr ofrecer un sonido excesivamente limpio desde sus instrumentos. La cosa empezó realmente bien, con “Reap What You Sow” incluido en el fantástico debut discográfico de Adriangale “Feel The Fire”, sonando contundentes y cercanos, con los coros como una de sus bazas fundamentales y con la agresividad que desprende el tema como base. Se empezaron a endurecer con el corte que da nombre al proyecto y que tituló el último disco de Adriangale, “Crunch” que no me convenció demasiado, algo que arreglaron con “No More Chances”, bastante más directa y festiva con un tremendo y poderoso estribillo. Tocaba el turno de presentar un par de nuevos temas de la banda, “Standing Over” en la línea habitual de Adriangale, y “Never Trust” que comenzaron con un pequeño guiño al “Heaven’s Trail (No Way Out)” de Tesla. Vuelta hasta el final con los temas de la formación originaria, comenzando por la más relajada en clave de medio tiempo “Without The Moments Notice”, seguida por las más contundente “Over Said And Done” y por las aceleradas y alegres “Long Gone” y “Closer” que fue de lo mejor de la actuación, junto al cierre explosivo del himno “Feel The Fire” al que precedió una más embarullada “Runaway”. Un tremendo final que mejoró la línea media del repertorio que creo hubiera convencido y divertido mucho más si en él hubieran incluido más temas del primer disco de Adriangale, como “Save Our Love”, “Giving It Up” o “Mission Man” que al menos ya pudimos disfrutar hace unos años cuando los descubrimos en la primera edición del madrileño festival Nemelrock. Esperaremos a escuchar completo el nuevo disco de Crunch para ver por donde tiran, pero en cualquier caso por mi parte el beneficio de la duda lo tienen, aunque creo que pudieron haberlo hecho mejor.
Mariano Palomo
Llegó el turno de para muchos la razón principal de asistir al Firefest . Si hace unos años te dicen que vas a ir a un concierto de VALANTINE te echas unas risas, imposible. Pues no, allí estaban sobre el escenario del Rock City después de quince años, Hugo, Adam Holland, Graig Pullman y Gerard Zappa. Para frotarse los ojos. Según declaraciones previas del propio Zappa y de Hugo, el set del concierto incluiría canciones de Valentine, Open Skyz e incluso un par de piezas del LP de debut de Hugo en solitario. Y así fue todo ello para ofrecernos un show maravilloso. Con tantos años de por medio te preguntas como sonarán los actuales Valentine, quizás esperas demasiado recordando tiempos mejores. Pues no, sonaron de fábula, con la misma fuerza y la misma magia melódica del pasado. Con un Hugo en tareas vocales soberbio, en la estética y la voz igual que Steve Perry, como siempre, y un Adam Holland fantástico a la guitarra. Abrieron el concierto con el single del primer trabajo de Hugo, “Will Find A Way” que sonó de muerte. La voz de Hugo fantástica (es increíble, hasta las poses y la manera de coger el micro recordaban a Perry), siguiendo con “No Way”, primer tema del disco de Valentine que cayó en la tarde y con todos flipando porque sonaban tal y como soñamos. En ese momento sonó la intro de “Tears In The Night” y os aseguro que vi a mucha gente emocionada. La guitarra de Holland y la voz sensual y apasionada de Hugo pusieron el resto y el Rock City se derritió como por arte de magia. Siguieron con mi canción favorita del repertorio de Hugo, “If You Ever Lonely” en la que se mostró tan elegante como buen vocalista. El público estaba en trance. Siguieron con “You’ll Always Have Me” para enlazar con la preciosa y recordada “Never Said It Was Gonna Be Easy” un medio tiempo soberbio muy en la onda Journey que volvió a emocionar. Es difícil contar con palabras esas emociones, pero para el público melódico que asistía al Firefest fue un show inolvidable. Cerraron con el clásico de Open Skyz “None Of It Matters” otro temazo de ese gran disco y del que anteriormente ya había caído otra joya como “Golden Years”, y con la versión de “Carry On The Wayward Son” que sonó rotunda. Faltó la versión de Journey y algún otro clásico de Valentine (si tocan “Where Are You Now” o “Runnin’ On Luck Again” me muero de gusto), pero el concierto fue soberbio y colmó las expectativas más exquisitas, Valentine volvieron, tocaron el Firefest y yo estuve allí para contarlo.
Jesús “Nono” García
Después de la maravillosa actuación de Hugo y Cia. le tocaba tomar las tablas a un habitual en este tipo de eventos, el señor JORN y su banda volvían a tierras británicas para ofrecer una gran descarga, bastante más animada y convincente de lo que fue la última visita del grupo del vocalista noruego a Madrid a la que tuvimos la oportunidad de asistir. En este caso con menos tiempo, y calcando prácticamente el set de entonces, repasando sus discos y dejándonos un puñado de buenas versiones de clásicos. Acompañado por lo músicos habituales, con especial mención para el hacha de Pagan’s Mind Jorn Viggo Lofstad que mostró una vez más su tremenda clase y energía, bien secundado por el más agresivo Tore Moren con su aire a lo Zakk Wilde. Desde el primer momento, y aunque no variaba para nada el modo de moverse en escena ni las típicas posturas desafiantes de Mr. Lande, sí se desprendían unas ganas y una actitud que se echó algo en falta en su última cita capitalina. “Brought The Angels Down”, “Blacksong” y “The Duke Of Love”, todas ellas de su “The Duke” fueron las encargadas de convencernos para que no abandonáramos la sala para comer, como teníamos previsto en principio. Si además de la tremenda y magnética voz de Jorn, del fantástico sonido que pudimos disfrutar, y de las ganas renacidas, empiezan a sonar los acordes de “Are You Ready” de Thin Lizzy la cosa es difícilmente mejorable, pero siguió mejorando con un “Cold Sweat” tremendo que hizo movernos sin parar. Pequeño parón con “Tungur Knivur” oscureciendo el ambiente con su cadencia más pesada, rematada por un buen aunque prescindible solo de Viggo Lofstad. Parte más emotiva y brillante con “Stormcrow”, con la fantástica “Out To Every Nation” que cada vez me gusta más, y con “Abyss Of Evil” que recuperaron de “Starfire” primer redondo de Jorn en solitario. Final totalmente clásico y festivo con las inevitables versiones de Whitesnake, aunque para la ocasión y por la falta de tiempo con menor representación, pero igualmente brillantes con “Come On” y “Sweet Talker” que volvió a hacernos bailar para rematar la faena por todo lo alto con la más sorpresiva “Stormbringer” de Deep Purple. Gran concierto, sin duda el que más me ha convencido del vocalista noruego, quizá por que no se alargó en exceso y porque mostró a un Jorn más activo y en forma que otras veces, y que hizo que recuperáramos la confianza que alguna medida habíamos perdido en este gran músico en directo.
Mariano Palomo
Con el tiempo uno empieza a ser cada vez más escéptico con ciertos grupos, y uno de estos grupos que se han ganado a pulso el escepticismo de mucha gente han sido los canadienses HAREM SCAREM. Una banda que nos sorprendió a todos con dos impresionantes primeros trabajos, pero que luego han ido dando tumbos sin parar hasta certificar definitivamente su defunción musical el pasado 27 de noviembre de 2007 en el Rock City de Nottingham. Es complicado expresar con palabras el desprecio y decepción, más lo primero que lo segundo, que me produjo la “actuación” de Hess, Lesperance y compañía, simplemente deciros que al cuarto tema me fui, creo que es bastante gráfico para que entendáis lo que estaban ofreciéndonos estos amiguetes con menos actitud que un ladrillo y con un sonido a años luz de sus buenos discos, incluidos los dos últimos. Se cargaron la expectación que podían haber creado destrozando temas bastante válidos en estudio como “Human Nature” pero que me sonaron realmente horribles, al igual que el resto según me comentaron algunos amigos que permanecieron aguantando el tostón en el interior de la sala, con un set difícilmente digerible salvo honrosas excepciones, y del que encima tacharon algunos de sus mejores temas. Lo que más negativamente me sorprendió fue el saturado y sucio sonido de guitarra de Pete Lesperance, un guitarrista al que siempre he admirado por su técnica y originalidad, pero que me da la sensación de que ha estado escuchando demasiado últimamente a Green Day y grupos de ese estilo. Harry Hess la verdad es que sigue teniendo una gran voz, pero si la utiliza con esa desgana y falta de actitud, mejor que se quede en casita. En fin, creo que escapamos a tiempo, como una buena parte de la concurrencia que aprovechó para echarse un cigarrito o dos y tomar el aire mientras moría un mito del rock melódico en escena. D.E.P.
Mariano Palomo
Existen dos maneras de hacer las cosas: la de Harem Scarem o la de TYKETTO. Mientras los canadienses sobraron, Tyketto ofrecieron un concierto de despedida tan estupendo y tan apasionado que serán siempre bien recordados. El núcleo duro del grupo son su vocalista Danny Vaughn, pletórico como siempre, y el versátil y talentoso guitarrista Brook St. James, bien acompañados por el resto de la banda ofrecieron un concierto fantástico , todo clásicos de sus dos primeros trabajos que capturaron al público que colmaba el Rock City de Nottingham. La reputación de Tyketto como banda de directo quedó reflejada al momento, Danny se metió al público en el bolsillo al instante, y eso que venían de tocar en Madrid (con escapada nocturna de garrafón al Excalibur incluida). Empezaron con “Nothing But Love” de su primer y enorme álbum de debut, para continuar con “Rescue Me” y llegar al climax con “Wings”. La comunión con el público era perfecta, la actitud y el compromiso de Tyketto eran totales y el Rock City estaba entregado. Siguieron con un poco más de calma con Danny Vaughn haciéndose cargo de la guitarra acústica con “Meet Me In The Night” y con la preciosa “End Of The Summer Days”, ambas de su reputado segundo trabajo “Strength In Numbers”. Seguían dando su mejor versión, con Danny enorme y Brook haciendo grandes coros y demostrando lo buen guitarrista que es. La segunda mitad del concierto fue memorable, sonó la poderosa y pegadiza “Burning Down Inside” que fue cantada por todo el público, y siguieron con la intro acústica y luego poderosa “Walk On Fire”, seguida de otro clásico como “Strength In Numbers” Un momento mágico del show fue la preciosa balada “Standing Alone” con Danny profundamente emocionado, cantada otra vez por el respetable a capella junto al vocalista. “Sail Away” tuvo un inicio western muy country, para continuar con la preciosa “Last Sunset” y rematar la faena con “Forever Young” que nos dejó a todos sin palabras. Apoteosis de Tyketto en el Firefest que parece que cuelgan las guitarras por mucho tiempo, para continuar con sus proyectos en solitario. El rock es pasión, compromiso y ganas, y Tyketto pusieron todo eso y más, además de un repertorio y de un concierto maravillosos. Les recordaremos y les echaremos mucho de menos.
Jesús “Nono” García
Y llegó el momento, el motivo principal que hizo que muchos nos desplazáramos hasta Inglaterra. Era la vuelta a los escenarios de, para mi, el mejor grupo de rock melódico surgido en el Reino Unido y que nunca creí que pudiera disfrutar en directo. Inevitablemente siempre se alberga algún temor o duda cuando uno acude con tantas ganas y expectación a un concierto, pero afortunadamente en esta ocasión todo salió mejor que bien y acabó convirtiéndose en uno de esos momentos memorables que difícilmente se borrarán de mi memoria. Poder ver a FM supuso un auténtico placer, ahí delante teníamos a cinco musicazos, llenos de feeling y clase reencontrándose con un público que les echaba mucho de menos y con los que se produjo una comunión absoluta desde que aparecieron sobre las tablas del Rock City con la enérgica “Breath Fire” que ya sonó perfecta como primera muestra de su álbum “Aphrodisiac” que fue del que más representación hubo en el set abarcando la tercera parte del mismo. Algo por otra parte bastante lógico ya que los músicos que grabaron este LP eran los que recuperaban el nombre de FM en directo para la ocasión, el guitarrista Andy Barnett, el teclista Jem Davis y los fundadores Pete Jupp a la batería, Merv Goldsworthy al bajo y el enorme Steve Overland a la voz. Todos ellos se marcaron una ejecución impecable de los temas elegidos, con una mezcla de limpieza y energía en el sonido difícil de encontrar, y además transmitiendo sentimiento y cercanía en cada acorde que no paró de ser agradecida por un público tan entregado como complacido. Tras este comienzo rompedor continuaron con dos tremendos y altamente emotivos recuerdos para esa joya discográfica llamada “Indiscreet” con la que debutaron hace ya más de dos décadas, “Face To Face” y un medley de “I Belong To The Night” y “That Girl” que consiguieron ponernos los pelos de punta y humedecernos los ojos, ¿qué queréis?, era demasiado tiempo esperando ese momento. Bueno, nos tomamos una pinta y a seguir en buena onda rockera con “Nomore” y “All Or Nothing”, a todo esto con Overland cantando de lujo y acompañando con su guitarra al peculiar Andy Barnett que sonó fantástico. Cambio de protagonismo y aires más relajados en “Only The Strong”, única pieza que cayó del más irregular “Takin’ Out To The Streets” y en la que el teclista Jem Davies creó una magnífica ambientación llena de sentimiento, como sucedió posteriormente en la sublime “Closer To Heaven” y con los primeros bises “I Belong To The Night” que cerraron con los coros del clásico “Hey Jude” de los Beatles, y la tremenda “Frozen Heart” que es difícil explicar con palabras lo que nos hizo sentir. Antes de esto los dos únicos recuerdos para, en mi opinión, su obra maestra “Tough It Out”, con “Burning My Heart Down” y “Bad Luck” dos inmensas composiciones en las que Overland se hizo cargo de la guitarra solista dejando la rítmica para Barnett. La escasez de temas de este disco es el único pero que le pongo al set, eché en falta himnos como “Someday”, el propio “Tought It Out” o “The Dream That Died”, además de “Tattoo Needle” de su “Dead Man Shoes” que obviaron por completo, espero que se lo piensen y haya una próxima oportunidad para disfrutar de los mismos. Algo que no me extrañaría viendo la impresionante respuesta del personal. Cerraron definitivamente el show y el festival con la versión del clásico de Wilson Picket “I Heard It Through The Gravepine” que ya incluyeron en algunos de sus discos en directo y que nos dejó satisfechos y con ganas de más, de mucho más FM. Como decía antes, ojalá se lo piensen y vuelvan de manera total y definitiva y esto no se quede una suculenta y esporádica golosina, que eso sí, saboreamos y disfrutamos por todo lo alto. Absolutamente Grandiosos.
Mariano Palomo
Y después de esto poco más podemos contaros, además de la fiesta posterior en otra sala del propio Rock City, llena de clásicos del hard rock melódico con la asistencia de algunos músicos participantes o no en el festival, con un recuerdo especial para el amigo Vic Rivera con el que coincidimos varias veces, y sobre todo con muy buen rollo por parte de todo el mundo. Ya sólo queda esperar al año que viene, que por lo que vamos sabiendo se presenta al menos tan interesante como este con dos días completos de festival con grandes actuaciones de nombres muy importantes dentro de la escena hard rockera, además con el aliciente de Nottingham que es una ciudad muy recomendable para salir de fiesta con numerosos locales tanto rockeros como de otra índole y en el que sus gentes, sobre todo las chicas, son bastante “desinhibidas” por ser suaves. Cerramos con un abrazo fuerte para toda la gente con la que los que hemos elaborado esta crónica compartimos viaje desde Madrid, a ver si el año que viene volvemos a repetir todos, y alguno más que echamos de menos en este viaje y esperamos que se apunten.
Long Live Firefest!
Fotos: Mariano Palomo

LEYENDA / KLEPSIDRA / CROWED

9 de Noviembre de 2007. La Sala Live! Madrid

Pese a que ese jueves era inicio de puente por ser fiesta local en Madrid, la entrada fue bastante aceptable, creo que había unas 200 personas, quizá alguna más.
Tan sólo la mitad se encontraban en la sala cuando a las 21:20 salieron al escenario CROWED, quienes no estaban anunciados y provocaron por tanto cierta sorpresa. Tuvieron la tremenda suerte de disfrutar de un excelente sonido, ya quisieran muchos haber podido actuar en tan buenas condiciones. A nadie se le ocurrió tocar lo que no debía en la mesa de mezclas, y tanto Klepsidra como Leyenda se oirían más tarde igual de bien.Pero volviendo con Crowed, repartieron su breve show de sólo seis canciones entre tres propias y tres versiones. Precisamente comenzaron con “Enter Sandman” de Metallica. No convenció, como tampoco lo hicieron “Vicio” de Reincidentes ni “Nuevo Mundo” de Warcry, quizá porque se empeñaron en hacerlas de forma demasiado personal y poco parecidas a las originales. En cuanto a sus composiciones, no puedo decir que me gustaran, porque se movían en unos géneros que no son santo de devoción, una especie de thrash mezclado con nuevas tendencias. Aunque se les notaba el verde por los cuatro costados, no podemos olvidar que por algo hay que empezar, y que los primeros pasos ya los han dado.
Totalmente diferente fue el concierto de KLEPSIDRA. Salta a la vista cuándo está en el escenario alguien con un mínimo de tablas. Supieron animar y mover a la gente, lo cierto es que muchos fueron expresamente a verles a ellos. Durante 65 minutos de heavy clásico fueron alternando canciones de sus dos discos publicados: “Voy Por Tí”, “Decisión Crítica”, “Fiesta”, “Tres Minutos Más”, “Sin Fecha de Caducidad”, “Decepcionado”, “Mi Barrio”, “Muda Tu Piel”… y alguna más que se me olvida. A esas alturas la gente ya estaba volcada, pero como fin de fiesta tenían dos grandes versiones.La primera, no fue una gran sorpresa, puesto que el “Días de Escuela” de Asfalto ya apareció publicada en su primer disco. Sin embargo, nadie sospechaba que cerrarían con el himno más fiestero de la historia del rock, nada menos que el “We´re Not Gonna Take It” de Twisted Sister. El vocalista Mariano se las arregló para que le quedara de forma más que digna, aunque no es Snider, ni mucho menos. No me molesto en describir la reacción del público, lo dejo a la imaginación del lector.Los cambios en fueron bastante rápidos, pasó poco tiempo entre grupo y grupo. En menos de un cuarto de hora, a las 23:20, saltaron a la palestra los LEYENDA, abriendo sin más preámbulos con “El Sueño del Infierno” y “El Último Alado”. Se les notaba tremendamente activos y motivados. No se estaban quietos, David y Luís prácticamente chocaban. Antonio, en cuanto no tenía que cantar se unía al desmadre. Todo el mundo se apelotonó ya en las primeras filas, nadie se quedó atrás. Curiosamente, estructuraron el concierto en tres fases. Tras la introducción con las canciones que hemos dicho, tocaron un bloque con un montón de temas del nuevo disco “A Medianoche”: “Mi Perdón”, “Sonríes a Medianoche”, “Prisionero en el Tiempo”, “Te Acuerdas”, “Besos de Serpiente”, “Sueños de Libertad”, y por supuesto, la gran “Desierto de Hielo”.En tercer lugar, retomaron hasta el final su trabajo de debut. Después de “Y Verás”, subió alguien que en Madrid siempre es el quinto miembro de Leyenda, Dani de Ars Amandi, cantando junto a ellos la excelente “Más Allá del Fin”. Tras “Quintaesencia” y “Muerte o Salvación”, invitaron por sorpresa a Mariano de Klepsidra, quien, algo sorprendido, puso su voz al servicio de “Soy yo”. Los 80 minutos se estaban acabando, pero aún quedó tiempo para “Cazador”. Pocas veces he visto un mini festival tan redondo, en sonido, en organización, y en satisfacción de la gente.
Nacho Jordán

Thursday, November 08, 2007

NORDIC METAL MAYHEM TOUR 2007

NOCTURNAL RITES / THUNDERSTONE / CAST IN SILENCE
30 de Noviembre de 2007. Sala Heineken

Madrid, 30 de Noviembre, Martes, en la semirenovada Sala Heineken y bajo el epígrafe Nordic Metal Mayhem Tour, descargaban Cast In Silence, ThunderStone y como cabeza de cartel Nocturnal Rites. Parecía que la noche se había puesto de acuerdo con la proveniencia de las bandas ya que hacía un viento ártico de justicia. O igual es que yo iba muy fresco, no sé. Debido a las inclemencias del tiempo, (del tiempo que llegamos tarde, digo, por los horarios laborales), a la primera banda no la pudimos disfrutar. Mal comienzo por nuestra parte.
Al llegar, tocaban ya el quinteto THUNDERSTONE, la sala por desgracia y también debido al día de la semana en que se produjo, no llegaba a los ¾ de público. La banda de Power Metal, conectaba bastante bien con el público y con un sonido mas que aceptable entretenía a los allí asistentes entre cortes de su último trabajo “Evolution 4.0”, clásicos de sus anteriores CDs y felicitaciones de cumpleaños. Era el de un joven “Pipa” que les acompañaba. Le hicieron salir al escenario e invitaron a los asistentes a cantarle el “clásico popular”. No pudo dejar de sonar, casi para cerrar, el himno de su último trabajo “Forevermore” con el que el público se volcó y con su actuación consiguieron prepararnos para acoger a la última formación de la noche.

Poco después, NOCTURNAL RITES comenzaban su show, con los 2 cortes que abren su último CD, “The 8th Sin”, (“Call Out To The World” y “Never Again”), conectando inmediatamente con todos los allí presentes, realizando el Hard Heavy Metal de grandísima calidad, que viene realizando en los últimos años. Sonando desde su comienzo con una claridad desmedida y con un cantante, Jonny Lindqvist, muy activo en todo momento y en gran estado vocal, (aunque a veces le aquejaba una tos, digo yo, típica de esta época del año), Nocturnal continuaron descargando clásicos como “Never Trust”, “Avalon” o “Not The Only”, este último de su de su mas reciente trabajo del cuál hicieron buena cuenta, (como es obvio), a lo largo de todo su repertorio. Viajando atrás en el tiempo sonaron temas como “When Fire Comes To Ice”, “Shadowland” o “The Iron Force”. El bajista, Nils Erikson, (casi un segundo frontman), además, desde aquí, de resaltar su calidad como músico, mantuvo, a los largo de todo la actuación una complicidad de continuos guiños y bromas, tanto con Lindqvist como con los allí presentes, que amenizaban aun mas, el buen rato que tuvimos la suerte de disfrutar. Para acabar, dos bises, uno en cada ocasión, “Fools Never Die” y “Against The World”.
El concierto se hizo corto, muy corto. Nocturnal realizaron un Show directo, vibrante, muy limpio en cuestión de sonido y sobresaliente en líneas generales. Sin cortes de solos de batería y guitarras que en ocasiones sirve para alargar y maquillar un concierto. No fue necesario, el resto de la banda había demostrado su valía a lo largo de la noche. Eso sí, cuando todos esperábamos, que salieran una ultima vez a tocar, quizás, el corte mas emblemático del quinteto, “Awackening”, lo único que escuchamos fue la voz de la seguridad de la sala, encarnada en un moreno, (de piel), de 2x2 diciendo: “Vamo chico, a descansá, a descansá”. Cualquiera le decía que no. Eso sí, nunca me habían invitado a salir de un local de una manera tan amena..
Conclusión: Gran noche la del Martes 30........y no lo digo por el de seguridad, claro.
PD. El tema “Awackening no está dentro del set list habitual de la banda en esta última gira. He dicho.

Sergio Zapata

Wednesday, November 07, 2007

DREAM THEATER / SYMPHONY X

3 de noviembre de 2007. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid

Difícilmente podremos encontrar una cita más atractiva para los seguidores del metal progresivo. Todos los ingredientes necesarios para convertir la tarde noche sabatina del pasado día tres estaban presentes, dos de las mejores, si no las dos mejores escuadras del estilo juntas, ambas con nuevos y brillantes trabajos bajo el brazo, un local por fin adecuado y con todas las condiciones a la altura de los artistas, y un día perfecto en fin de semana para que no hubiera excusas. Y la gente respondió, vaya si respondió, formando largas colas desde varias horas antes del comienzo de los shows, para llenar en su totalidad las seis mil quinientas localidades habilitadas para la ocasión del mejor recinto de la capital para este tipo de eventos (al final vamos a tener que agradecérselo al que se le escapó el soplete y quemó el antiguo recinto).
Y es que el público de tonto tiene lo justo, y prefiere pagar más por algo de calidad que arrastrarse a otros espectáculos de muy dudosa calidad por muy baratos que sean. Además público de todo tipo, desde los heavies de toda la vida, pasando por otros cercanos a nuevas tendencias, hasta pijos redomados que se acercaron a disfrutar de la descarga de estos dos iconos del metal actual.

Los teloneros, bueno, llamar teloneros a un grupo con tanto caché y trayectoria como SYMPHONY X puede resultar demasiado duro, pero es que realmente así es como actuaron, apenas cuarenta minutos de show, con muy pocos medios técnicos, pero eso sí, entregándose al máximo y dando muestra de su tremenda calidad. Venían presentando su última y brillante entrega “Paradise Lost”, en la que centraron la primera mitad del repertorio interpretando los cuatro primeros cortes del mismo, además en el mismo orden que aparecen registrados en estudio. “Set The World On Fire” supuso el pistoletazo de salida, con un sonido algo saturado y con un Russell Allen que ya empezó a llevarse al público de calle, además de por su tremendo poderío vocal por su continua provocación e interacción con los presentes que respondieron sin tregua.

Con “Domination” y “Serpent’s Kiss” en la que presentaron a su batería Jason Rullo que la abrió con una tremenda pegada, mostraron en directo su gran calidad siendo estos dos temas para mi de los más destacados de su último disco, al igual que el tema título con el que cerraron esta primera parte, ya con la audiencia comiendo en su mano. A partir de aquí encararon la segunda parte yendo hacia atrás en el tiempo, con la poderosa “Inferno” que abría su anterior disco “Odyssey” y que fue la que más me gustó de la noche, con un Michael Romeo tremendo en su vena más barroca, compitiendo en virtuosismo con el teclista Mike Pinnella.El final vino con el recuerdo de, para muchos, la obra maestra del grupo “The Divine Wings Of Tragedy”, de la mano de "Of Sins And Shadows" y de “Sea Of Lies” que empezó con una rotunda introducción bajo a cargo de Thomas Miller, que acabo siendo un vacile en toda regla de Mr. Allen picando al personal haciendo referencias sobre el público de Barcelona que les vio el día anterior, e incluso haciendo cantar a una chica de la primera fila, María, poniéndose luego a cantar él al más puro estilo Ricky Martin jugando con el nombre de la espontánea vocalista. Pero eso sí, sin perder las formas y la compostura heavy que requería la situación, a pesar de las bromas constantes con lanzamiento de toalla a la cara de Romeo incluido en mitad de uno de sus solos. Un concierto divertido, corto y que nos dejó con ganas de ver en plenitud al grupo. Perfectos para calentar el ambiente.

Pero el ambiente no necesitaba ser caldeado en exceso, la gente iba predispuesta a disfrutar y ser parte de una noche para recordar, y así fue desde el primer momento. DREAM THEATER a estas alturas pueden permitirse el lujo de aparecer en escena sin excesivo montaje, eso sí muy sobrio y elegante, con referencia a la portada de su último trabajo “Systematic Chaos”, con mención especial para el semáforo colocado en lo alto del frontal del escenario, y las dos hormigas de grandes dimensiones al lado de los monitores, además de la señal y la farola que se situaban a ambos lados. Por supuesto introdujeron también partes en video en una gran pantalla situada en el fondo, comenzando nada más ponerse el semáforo en verde, tras estar en ámbar con sonidos de cuerda de fondo, con una intro que no era ni más ni menos que “Así Hablo Zaratustra”, conocido sobre todo por ser la banda sonora de “2001 Una Odisea En El Espacio”, a la que hicieron referencia en el video con una hormiga volando por el espacio, además de mostrar a gran velocidad imágenes de todas las épocas de los componentes del grupo.Todo esto dio paso al grupo en escena descargando con fiereza “Constant Motion” el primer single de su último disco y que sonó espectacular, llena de rabia y energía y ya con un Labrie que empezó a sorprenderme por su magnífica forma, cantando muy bien durante todo el concierto. Se fueron atrás en el tiempo con “Strange Deja Vu”, uno de los buenos temas de “Scenes From A Memory” muy celebrado por un respetable completamente rendido al arte de estos cinco maestros que siguieron mostrando su tremenda pegada con “Blind Fatih”, y levantando un poco el pie del acelerador en la versión 2007 de “Surrounded” que adornaron con fragmentos instrumentales de sus adorados Pink Floyd, y en el que vi especialmente motivado y a gusto al teclista Jordan Rudess, que curiosamente no pudo atendernos a media tarde para realizar una entrevista concertada días antes por encontrarse indispuesto, pues la verdad yo le vi perfectamente sobre las tablas, incluso saliendo con un teclado de mano colgado en un par de ocasiones.El que sigue pareciéndome de lo mejorcito en directo en cuanto a guitarristas es el señor John Petrucci, fantástico una vez más, sobre todo en el principio de la apisonadora “The Dark Eternal Night” que sonó brutal, poniéndose más tranquilos para una de las interpretaciones cumbres de la noche que fue para mí “Forsaken” el tema que más me gusta de su último disco y que en directo resultó soberbio, con Labrie muy, muy bien. Seguía la exhibición instrumental, con unas bases que sonaron con una presencia espectacular a cargo del irascible y ultra profesional John Myung al bajo y con el pulpo Mike Portnoy a la batería que incluso se cantó el inicio de “Take The Time” amén de meter unos buenísimos coros en varias fases del actuación. Nuevo momento especial con la mágica balada “The Spirit Carries On” que se llevó una de las ovaciones más prolongadas de la noche, con Labrie de nuevo dándole un sentimiento espectacular junto al resto del grupo.El final fue bastante más agresivo, uniendo las dos partes de “In The Presence Of Enemies”, que se me acabó haciendo demasiado larga, antes del tremendo Medley que se marcaron a modo de bis, con Portnoy luciendo camiseta de la selección española y dando forma a una extensa mezcla que comenzó con “Trail Of Tears” abierta por Rudess luciéndose con su original teclado giratorio, siguió con “Finally Free” y “The Name Of God” y que finalizó con un soberbio fragmento de “Octavarium” en el que se salió Petrucci con un solo estratosférico. Final magnífico para un evento que esperemos sea el primero de muchos que se puedan celebrar en esta versión limitada en aforo, aunque no tanto, de una instalación municipal que pagamos todos los madrileños y que gracias a la iniciativa de Rock n’ Rock hemos podido empezar a disfrutar. Aunque si vuelven Dream Theater seguramente haya que abrir el Palacio en su totalidad. Muy grandes.


Texto: Mariano Palomo
Fotos: Mariano Crespo (Force Magazine)

RIOT / GLASS SPIRES

23 de octubre de 2007. Sala Heineken

Los pocos, no más de ciento y pico, que nos dimos cita el pasado martes 23 de octubre en la céntrica sala Heineken de Madrid tuvimos el privilegio de asistir a una de las descargas más crudas y auténticas de la temporada de la mano de dos entregadas formaciones que pusieron todo de su parte sobreponiéndose a más de un inconveniente. Sobre todo y como comentaba a la escasez de público, seguramente motivada por lo poco apropiado de la fecha entre semana, al aluvión de conciertos que nos invade en la capital, y a la cercanía del final de mes, aunque sin duda era de lo más asequible. Y quiero destacar a las dos bandas, ya que ambas tuvieron un gran mérito.

En primer lugar los madrileños GLASS SPIRES, que pese a su bisoñez y poco recorrido hasta la fecha, además de practicar un estilo complejo y alejado de los seguidores del cabeza de cartel como es el metal progresivo, le echaron un par de atributos y sacaron adelante su actuación con una más que digna nota. No se anduvieron con experimentos ni tuvieron ningún reparo en presentar más de tres cuartas partes de su debut discográfico homónimo, auto editado, auto financiado, auto promocionado, en fin que se lo han currado todo ellos, y que defendieron con clase y calidad, aunque quizá con algo de distancia respecto al público, a pesar de que una buena cantidad de seguidores de la banda se dieron cita en la sala para apoyarles haciéndose notar a lo largo de su actuación. Desde que comenzaron con “The Sweet Skin Of Evil” sobresalió la desafiante y personal voz de Samuel Gómez que tomaba las riendas de las operaciones dando tono al torrente de notas que salían de las manos del guitarrista Guillermo Vázquez, a la contundente base que forman el bajista Miguel Lezcano y el batería Angel Fernández-Caballero, y de las melodías, algo oscurecidas al principio, del teclista Dani Martín.

A partir de “The Grief”, en la que se relajaron un poco tras la aplastante “Blood Perversion”, se solucionó el sonido de las teclas y Dani empezó a brillar junto a sus compañeros de escenario. Fueron cayendo los temas, “Belileve”, “Hate And Tje Blame”, el primer single “Faith” que sonó realmente bien, y las finales más extensas “Stay On” y “Glass Spires” en las que se explayaron cerrando una buena muestra del talento de esta joven formación, aunque quizá no era el entorno más idóneo para ello, y aun así supieron estar a la altura.

Volvían a España haciendo una extensa gira uno de esos grupos que acaba siendo de culto, no se muy bien si por lo limitado de su promoción, pero que en cualquier caso por calidad, actitud y bagaje discográfico poco o nada tiene que envidiar a otros nombres mucho más consagrados entre el gran público. Y es que los neoyorquinos RIOT volvieron a dar una nueva clase de lo que debe ser un buen concierto de hard rock - heavy metal de la vieja escuela, sin concesiones a la galería ni florituras estériles, sólo a base de entrega, caña, buen hacer musical y calidad tanto vocal como instrumental.

Y eso que el líder y único miembro fundador que permanece en la formación desde sus inicios a finales de los 70’s, el guitarrista Mark Reale, tenía una fiebre de consideración y apenas podía gesticular con su pálida tez. Aun así salió a las tablas de la Hieneken, importándole bien poco que hubiera 100 o 100.000 personas viéndole y dando una soberbia demostración de feeling y garra con su gibson negra, junto al no menos brillante Mike Flynzt que ya me gustó mucho en su anterior visita al Foro y que refrendó su tremenda clase como hacha. Otro que se superó fue el vocalista Mike Tirelli, (esperemos que ya definitivamente en la banda tras la salida de Mike Dimeo a Masterplan), marcándose, poses sospechosamente modositas aparte, un pedazo de concierto llegando con potencia y poderío a todas y cada una de las notas de los variados registros que marcaban los versátiles temas que compusieron el show. En esta ocasión el bajista Pete Pérez paso más desapercibido (le dejaron hablar menos), aunque cumplió perfectamente su labor, al igual que el batería Frank Gilchriest que pusieron la solidez necesaria y precisa en cada momento.

Abrieron fuego sin avisar, con la cañera instrumental “Narita”, preludio perfecto para los dos únicos temas que cayeron de su última entrega “Army Of One”, además dos de los mejores en mi opinión, “The Mystic” y “Blilnded”, ambas sonando incluso más cañeras que en el disco y con ese punto Rainbow endurecido que con tanto gusto saben darle a algunos de sus temas. A partir de aquí recorrido prácticamente por toda su discografía, con especial recuerdo para su trabajo con mayor repercusión al menos en España, “Thundersteel”, del que cayó en primer lugar la potentísima “Johny’s Back”, siguiendo con dos pelotazos de “Sons Of Society”, el propio tema título y “Twist Of Fate” que sonaron magníficos. “Glory Calling” y “Road Racing” continuaron la buena senda, para desembocar en dos de los momentos álgidos de la noche, la macarra a más no poder “Swords & Tequila” y la tremenda llena de feeling “Flight Of The Warrior” que nos hizo saltar y corear.

No se alejaron de esta onda con las dos piezas que nos ofrecieron de mi disco favorito del grupo, “Inishmore”, de nuevo con ese regusto Blackmoriano que se puso de manifiesto en “The Man” y sobre todo en la fantástica “Angels Eyes” en la que Tirelli empezó su exhibición final, continuando las rompecuellos y complicadísimas de cantar “Thundersteele” y “Dance Of Death” que supusieron una descarga total de adrenalina y toda una demostración de poderío vocal. Los bises, absolutamente clásicos con “Outlaw” y “Warrior” con subida al escenario incluida para acompañar en los coros de un par de chicas del público y del guitarrista de Glass Spires Guille, acabaron de rematar una espectacular faena que nos dejó más que satisfechos a todos los presentes que premiamos con una sonora y prolongada ovación el esfuerzo y calidad del grupo. Esperemos que sigan así por mucho tiempo, y que la próxima vez que caigan por aquí obtengan la respuesta de público que se merecen.

Texto: Mariano Palomo

Fotos: Diego L. Pérez