Friday, February 23, 2007

ARS AMANDI

9 de Febero de2007. Sala Heineken

En la edición nº93 de FORCE os ofrecimos el arranque de gira en Ávila de los madrileños y ahora les tocaba presentar “Desterrado entre Sueños” en su feudo, Madrid. Para ello con la formación intacta Dani Aller vocal, Paco Moreno y Manuel Seoane guitarras, Teto Viejo batería y David A. Noisel bajista lo hacían ante unas 600 personas totalmente entregadas desde el principio al final.

Si en aquella valoración hicimos referencia al mal sonido que tuvieron y otros “contratiempos”, en esta ocasión, al estar ellos solamente y no tener cortapisas tuvieron un sonido notablemente mejor aunque en sus primeros temas no fue realmente bueno. Puntual eso si que fueron, a las 21:00 h. (se agradece la puntualidad) comenzaban con la potente “La Voz Que Me Guía” (Desterrado Entre Sueños) inmediatamente enlazadas con “La Maldición del Bosque” y el himno “Gritando Al Mar” (estas 2 de “Camino al Destino”) y sin dejar de cesar la intensidad llegaban “El Viajero” (Desterrado entre Sueños) con los potentes riffs de guitarras que tiene el tema y “Desierto” (Autóctono), este de marcado sonido entre Medina Azahara y Triana.

La verdad es que como previamente decían tocarían casi integramente “Desterrado entre Sueños” y salvo 1 tema todo el disco sonó, pero no por ello mermo el que otros Lps no fueran representados. Dos horas de concierto da para mucho y bien lo aprovecharon sonando temas de todos y cada uno de los 3 restantes y no solo 1 tema, varios fueron de cada uno.
“Desterrado entre Sueños” es su Lp más variado y prueba de ello el siguiente en sonar, “La Tierra del Recuerdo” con ese sonido Hard Rock que recuerda incluso a Sangre Azul, para dar paso dentro del mismo al tema dedicado a Segovia, “La Tierra del Recuerdo” con esa entrada acústica que rompe y entra el resto de instrumentos, muy bien ejecutada y muy aplaudida. “Abula” (En Tierra Firme) con un toque más melódico se coló entre medias de 3 nuevos temas de “Desterrado entre Sueños”, “Rejas de Acero” con un sonido Heavy de los 80 y con gaita incluida aunque al final hubo un pequeño fallo con un cable que impidió que parte de su sonido no se escuchase, la balada “Te Esperaré” y una de sus versiones, “El Bar” de Topo, que en directo suena como un himno y que fue muy acompañada vocalmente por el público.

La verdad es que cada uno de los discos de la banda cuenta con varios singles y a priori es fácil confeccionar los set-list, sobretodo ir escogiendo temas de otros Lps. De esta forma los 2 siguientes pertenecían a su debut “Auctóctono” con “Tu Ley” y otra de sus versiones, el clásico “Abre la Puerta Niña” de Triana, igualmente muy coreada. Nuevamente vuelta a la actualidad con “¿Dónde Estas?” (Desterrado entre Sueños) seguida de “No Queda Si No Batirnos” (En Tierra Firme) con un claro sonido a Mago de Oz para despedirse con “La Tormenta del Placer” (Camino al Destino) con un Heavy potente.

Los bises tuvieron 5 temas repartidos en 2 tandas y es que debido a la petición del público y jugando a su favor el horario de la sala tuvieron que salir en 2 ocasiones. La 1ª de ellas con “Un Lugar” (Camino al Destino) Hardroquera con toque Folk que tuvo un sonido un tanto raro que afortunadamente se arregló a mitad del mismo, “Creer para Soñar” (Desterrado entre Sueños) y el ya clásico propio “Escuchando al Corazón” (En Tierra Firme). La 2ª vez que salieron fueron para tocar los 2 últimos temas, ambos de “Autoctono” con “La Suerte Esta Echada” y la festivalera “Camino Sin Fin” ante los aplausos de los congregados. Muy buen concierto.

Texto: Mariano Crespo
Fotos: Raúl Muñoz
(Cortesía de Force Magazine)

Thursday, February 15, 2007

HAMMERFALL / KROKUS / THE POODLES

9 de febrero 2007. Sala Joy Eslava

Prácticamente tres generaciones musicales se daban cita en la céntrica sala Joy Eslava para disfrutar de unas formaciones que, cada una en su estilo, su público y sus formas tenían su cuota de atractivo como para acercarnos a este poco habitual recinto en lo que a descargas rockeras se refiere.

Algo que se notó sobre todo en lo temprano de la hora de comienzo de los elegidos para abrir fuego esta noche, los suecos THE POODLES, de los que sólo pude presenciar los dos últimos temas cuando entré a la sala apenas pasadas las siete y media de la tarde. Aunque por lo visto y según me contaron tampoco tocaron mucho más, media hora aproximadamente que aprovecharon a la perfección para presentar algunos de los mejores temas de su magnífico trabajo debut “The Metal Will Stand Tall”. Concretamente antes de que llegara a la sala cayeron además del tema que da título al álbum, “Echoes From The Past”, “Shadows” y “Number One” que por lo visto sonaron muy bien, al igual que las que ya pude presenciar en directo, un nuevo corte que supongo que aparecerá en su próximo disco, y la buenísima y pegadiza “Night Of Passion” llena de melodía y fuerza.

Mención especial para la buena actitud general de todos los componentes de la banda, entregados a un público que en su inmensa mayoría no les conocían pero a los que supieron ganarse. Muy buena la labor del frontman Jakob Samuel tanto en lo puramente musical como en su ejecutoria vocal, bien secundado por los dos Pontus, Norgen el experto guitarrista de Talisman entre otros y Egberg el bajista que completaba la base rítmica con el vistoso batería Christian Lundqvist.

Desgraciadamente poco más puedo contaros de esta banda, que por lo poco que pude ver han conseguido que ya esté deseando asistir a un concierto completo suyo en condiciones.

Una vez pasada la primera embestida con The Poodles, salía a escena una veterana banda suiza que probablemente nunca haya tenido el reconocimiento que se merecen por su dilatada e interesante trayectoria musical. KROKUS volvían a Madrid tras el tremendo fiasco que supuso, en lo que a público se refiere, su anterior visita a la capital; pero esta vez el aforo era mucho más apropiado y además se lo llevaron de calle y en mi opinión se convirtieron en los triunfadores de la velada.

La banda del carismático vocalista Marc Storace salió desde el primer acorde a darlo todo sin tregua, puro rock’n’roll con clase y actitud, coronado con un muy buen sonido y unos temas perfectamente seleccionados y hechos para el directo. Abrieron con “Heatstrokes”, consiguiendo que empezáramos a movernos sin remisión hasta el final siguiendo el frenético ritmo marcado por el activo bajista Tony Castell y por el poderoso batería ex Accept y ex Helloween Stefan Schwartzmann. Las guitarras del posturas Domique Favez y del menos móvil Mandy Meyer (ex Gotthard entre otros) siguieron rasgándose llenas de caña con el tema que da título a su último disco “Hellraiser”, pero igualmente sonando limpias y para nada saturadas. Continuaron con la más melódica “Angel Of My Dreams” que sonó realmente bien al igual que en el disco aunque algo más acelerada.

Siguió la caña con “Bad Boys Rag Dolls”, para levantar un poco el pie del acelerador con el magnífico medio tiempo “Screaming In The Night”, un tema que supera ampliamente la veintena de años de antigüedad y que fue uno de los momentos álgidos de la actuación para los más nostálgicos seguidores del grupo. Y de aquí al final puro y duro rock’n’roll que por momentos sonaba a los propios AC/DC, o a la versión más cañera de sus paisanos Gotthard. Desde la versión de “American Woman” de Buchman Turner Overdrive que ya han hecho suya desde hace tiempo, hasta la final “Rock & Roll Tonight”, pasando por “Easy Rocker” y “Rock City” que como se puede comprobar por sus títulos pusieron rock, rock y más rock del bueno en el final de la cita.

Repito para mí, Krokus fueron los auténticos triunfadores de la noche, pudieron sacarse la espina de su anterior y casi desapercibida visita y nos regalaron un pedazo de show, esperemos que la próxima vez dispongan de más tiempo.

Y ya con la sala prácticamente llena hasta arriba, les tocaba el turno a los cabezas de cartel, HAMMERFALL. Una formación que no son excesivamente originales ni improvisadores en sus conciertos, prácticamente vistos una vez vistas todas, pero que saben perfectamente lo que quiere escuchar su entregada audiencia y que lo interpretan a la perfección show tras show.
Aunque en esta ocasión no pareció que fuera la más brillante de todas las que les he visto, y han sido unas cuantas, sobre todo por el estado de la voz de Joacim Cans que me pareció estar en su momento más bajo desde que yo lo recuerdo, sin subir apenas e incluso olvidando algún que otro fragmento de un tema, anecdótico más que nada pero así fue.

Pero como los suecos ya están bastante curtidos supieron disfrazar estas carencias con los buenos coros que insertan en sus temas tanto a cargo de los propios músicos del grupo como de la incansable y joven legión de seguidores del grupo, con algunas instrumentales y solos que me parecieron algo excesivos y con el espectáculo de poses y provocación que manejan como pocos. Sobre todo el bajista Magnus Rosén que se menea como pocos y que no le faltó mucho para sacarnos el ojo a alguno de los que estábamos en el foso haciendo fotos con el mástil de su instrumento. Tampoco se quedaron parados los guitarristas Oskar Dronjak que no está para mucho más, y el mucho más brillante y solvente Stefan Elmgren que fue sin duda el más destacado del quinteto con su casi perfecta ejecutoria.

En esta ocasión y como contrapunto no hubo exceso de montaje y de hecho aprovecharon muy bien la iluminación de la sala, sobre todo el mítico juego de luces circular del fondo del escenario que se hizo famoso en los 80’s en los programas musicales de TVE al que le sacaron un gran partido.

Y el repertorio pues prácticamente el habitual, empezando lógicamente por los primeros cortes de su última entrega “Thresold”, el tema título y la directa marca de la casa “The Fire Burns Forever”. Siguió la tónica hímnica con las inevitables “Riders Of The Storm” y “Legacy Of Kings”, poniéndose más espesitos con “Rebel Inside” en la que además fue donde Cans olvidó parte de su letra y en la muy buena en estudio “Blood Bound” que no quedó tan brillante en directo, a la que siguió una de los frecuentes parones instrumentales que más que motivar al personal y enriquecer su actuación motivó un bajón bastante significativo en la intensidad de la actuación. En esta ocasión con un solo de batería bastante sosaina a cargo del veterano Anders Johannson y otro algo más brillante de guitarra de Stefan Elmgren que dio paso a la presentación de la banda coreada por sus incondicionales.

Recuperaron el pulso intenso con “A Legend Reborn”, con la motera “Renegade” y la machacona “Let The Hammer Fall”, pero volvieron a espesarse con un amago de solo de Oskar que intentó arrancar el “Balls To The Wall” de Accept pero ahí se quedó para dar paso a la instrumental de su último disco “Reign Of The Hammer” que sonó bastante bien, al igual que la mega épica “Hammerfall” en la que el público coreó sin parar antes de dar paso a los bises.

Volvieron a las tablas con el single “Natural High” acogida con entusiasmo, al igual que la preciosa balada “Glory To The Brave” que fue de lo mejorcito de la noche, y “Heeding The Call” otro de sus himnos imprescindibles con el que volvieron a desaparecer. Pero claro no podían irse definitivamente sin tocar su tema estandarte total, “Hearts On Fire” celebrada frenéticamente por los presentes, que acabaron disfrutando de una buena noche de metal melódico, aunque para mí no fue todo lo brillante que podría haber sido.

Mariano Palomo

Friday, February 09, 2007

AXEL RUDI PELL / MAD MAX

2 de Febrero de 2007. Sala Heineken

Doble ración de buen hard & heavy germano para la noche del pasado viernes 2 de febrero. Un menú que convocó a un muy buen número de degustadores rockeros de amplio espectro estilístico que prácticamente llenaron la céntrica e infame sala antes conocida como Arena.

El aperitivo a modo de merienda, a las 7:30 de la tarde, corrió a cargo de MAD MAX, una de esas muchas formaciones de culto dentro del hard melódico que pese a su irregularidad y discontinuidad en su trayectoria siguen teniendo una buena base de fieles que disfrutamos mucho con su actuación que sirvió perfectamente para calentar el escenario. La verdad es que me sorprendieron gratamente, ya que las últimas noticias en directo que teníamos a cerca de ellos por aquí, tanto en la actuación del pasado festival Nemelrock que según dicen las crónicas no fue excesivamente brillante, como con Casanova hace ya más tiempo y que tuve la ocasión de presenciar con Michael Voss vocaslita y guitarrista de la banda en la misma dejándome bastante frío, hacían que no esperara demasiado de ellos.

Pues todo lo contrario, se marcaron un gran concierto, aprovechando al máximo el reducido espacio del que disponían, desplegando fuerza, simpatía y buen hacer musical a cada momento. Lo que más me sorprendió fue el gran protagonismo a la guitarra de Michael Voss, encargándose prácticamente de todos los solos y destacando más incluso en esta faceta que en la de vocalista, ya que me pareció que le costó algo calentar la voz pero luego acabó de forma bastante brillante; por el contrario el que yo pensaba sería guitarrista solista Jürgen Breforth que apenas se limitó a hacer buenas poses y apoyar con la rítmica. En el termino medio cumplieron perfectamente su labor el bajista Roland Begmann que además apoyó muy bien con los coros, y el batería Axel Kruse (también en Jaded Heart) que con su pequeño set a ras de suelo delante del más grande de Terrana se encargo de mostrar su solvencia y buena pegada.

A pesar de las reducidas dimensiones del escenario se entregaron a tope, ayudados por un sonido que, salvo en los inicios con la voz más baja de Voss, fue realmente bueno, limpio y potente, y que para sí quisieran muchos teloneros. El repertorio lo centraron en su última entrega hasta la fecha, “Nights Of White Rock”, abriendo con dos de sus temas más destacados, “Homeless” y sobre todo “Hope To See You” que sonaron, como todos en general, bastante más duros que en estudio. Endurecieron aun más con el recuerdo para “Night Of Passion” con el primer gran solo de guitarra de Voss. Por la misma línea siguieron con tres cortes de lo que será su nueva entrega a finales de febrero, “White Sands”, “Family Of Rock”, “Little Princess” y “Someone Like You” sonaron bastante directas y guitarreras, entrando a la primera a pesar del desconocimiento general y que presagian una buena nueva obra.

Vuelta al trabajo anterior con la pegadiza “Losing It” que abría la puertas a la archiconocida versión de “Fox On The Run” de The Sweet que fue sin duda la más coreada y en la que la banda hizo participar por completo a la concurrencia coreándola casi en su integridad. Cierre definitivo, sin tiempo para bises, con “Never Say Never”, un potente tema que daba título a su álbum del 2000 y que nos dejó un muy buen sabor de boca tras sus cuarenta minutos de descarga.

Y prácticamente otros tres cuarto de hora después, excesivo paréntesis en mi opinión, llegó el momento del plato fuerte de la cena, AXEL RUDI PELL. Una de esas bandas que por unas cosas o por otras nunca había tenido ocasión de ver en buenas condiciones, problemas de sonido, de tiempo, etc. Pero esta vez el rubio guitarrista germano y sus inestimables colaboradores nos dieron una muestra de todo su potencial musical, lleno de garra, clase y saber hacer.

Y eso que Axel al parecer estaba enfermo, algo que se notó en su prácticamente nula movilidad, pero que en absoluto se notó en su inmaculada ejecutoria con las seis cuerdas. Pero para moverse, meter caña y provocar ya estaban los otros cuatro, sobre todo el enorme Johnny Gioelli, uno de los mejores y más completos frontman de la escena que cantó y se movió como un auténtico poseso, absolutamente inmenso. Y conviene no olvidarse de los otros tres elementos, el teclista Ferdy Doernberg que a pesar de su fiero aspecto no paró de sonreír y acariciar o machacar sus teclas según procediera, formando pareja de baile con el orondo bajista Volker Krawczak que fue el más discreto, y con la tremenda aportación una vez más de la máquina de los tambores Mike Terrana.

Venía el qiunteto con nuevo trabajo disco bajo el brazo, “Mystica”, una interesante obra con la estructura y sonido habitual y que se encargaron de mostrar en directo en buena medida sin olvidar algunos de su temas más carismáticos. Abrieron al igual que lo hacen en la citada última entrega, con “Intro” que dio paso a “Fly To The Moon” que sonó como un cañón desde la primera nota. Siguió la intensidad y la caña con “Strong As A Rock” coreada por todos los que abarrotábamos el local, al igual que “Follow The Sign”, completando un trío demoledor que metió de lleno al público en el show.

Tras esta primera andanada, algo de pausa con el medley “Masquerade Ball” / “Stargazer” / “Casbah” donde ya empezó a lucir más el trabajo de guitarra de Axel, mientras Gioelli se dedicaba a bromear y vacilar con el habitual “Smoking In The Casbah” a ritmo de Reggae. A continuación Mike Terrana decidió tomar el mando con su tradicional y variado solo de batería, algo largo, y en el que como siempre incluyo su pequeño guiño cantado, esta vez con “Too Sexy For My Bone”, y que termino de manera brutal aporreando de tal forma que parecía que se iba a desarmar.

Nuevo periodo más tranquilo con Axel luciéndose en “Mystica” que mezclaron con algunas notas de “Mistreaded” de sus adorado Blackmore, y que remataron con un par de temas en acústico, todos sentados al frente del escenario acústicas en mano y con Terrana cambiando sus baquetas por unos bongos, que le dieron un rollo muy especial a una curiosa e interesente versión de “Love Gun” de Kiss que Gioelli cantó maravillosamente (no creo que hoy por hoy Paul Staley pudiera mejorarla), y la preciosa e intensísima “Oceans Of Time” que el vocalista americano presentó como su tema favorito del grupo.

Vuelta de todos los instrumentos a escena con “Haunted Castle Serenade” también de su último trabajo, a la que siguió un divertido y enérgico solo de teclas de Ferdy que se ganó al público con su simpatía y movimientos echándose el set de teclas al hombro, y al que siguió la maravillosa versión del clásico de Rainbow “Temple Of The King” que clavaron con un grado de pasión y emotividad enormes haciéndola suya.

Recta final donde se recuperó la caña con temas absolutamente rompedores, la agresiva y contundente “Tear Down The Walls”, la nueva y más hard rockera “Rock The Nation” que sonó incluso mejor que en el disco, y la primigenia “Call Her Princess” del ya lejano debut discográfico del grupo “Wild Obsesión” de 1989 que mezclaron con retazos de “Brun” de Deep Purple y “Purple Haze” de Hendrix al igual que aparecía en su “Masquerade Ball” del año 2000. Mínima pausa para el bis con la inevitable “Fool Fool” que acabó con el último resuello de unos entregados fans que botamos y coreamos sin tregua.

Lástima que no hubiera tiempo para más, sobre todo para la solicitadísima “Carrousel”, pero como dijo Gioelli él no pone las normas y se tirarían tocando toda la noche, pero era hora de terminar y tras dos horas de buenísima actuación, con alguna cosilla mejorable (demasiados solos y demasiado largos que podían haber abreviado para dejar hueco a más temas), nos íbamos con la sensación de haber visto a una de las mejores formaciones del hard-heavy melódico que uno pueda ver en directo actualmente. Por fin nos quitamos la espina.

Mariano Palomo