4 de Febrero de 2006. Sala Heineken
Nueva venida a la capital de uno de iconos del auténtico metal alemán y europeo, el enorme a pesar de su corta estatura, Udo Dirkschneider. Un caballero que junto con su cada vez más compacta y precisa formación volvió a ofrecernos dos horas de puro y duro heavy metal ejecutado con poderío, clase y carisma a raudales ante una muy numerosa y entregada audiencia. Venía el pequeño nibelungo presentando su último trabajo “Mission No. X” con cuyos dos primeros temas, el que le da título y el fenomenal single “24/7”, abrieron de forma poderosa su actuación, sonando muy potentes y claros desde un primer momento y ofreciendo todo su buen hacer. Con Udo dando todo una vez más con la voz en buena forma, aunque ayudado por una reverb algo exagerada en algunos momentos, que apagaban un tanto los buenos coros del entregado y sólido bajista Fitty Wienhold y del hace tiempo reconvertido a guitarrista Stefan Kaufmann que cumplió perfectamente su labor mayoritariamente rítmica con algunos solos sobre todo en los temas de Accept que, aunque en menor medida que otras veces, también cayeron en el repertorio.
Un set que recorrió prácticamente todas la grabaciones del grupo, con cortes que sonaron rotundos como “Independence Day”, “Trip To Nowhere” o “Heart Of Gold” de sus primeras obras, y otros más recientes y relajados que sonaron igualmente fantásticos, sobre todo “Blind Eyes” y “Cry Soldier Cry”, tras la cual, el cada vez más brillante guitarrista,
Igor Gianola se marcó un buen solo de guitarra que comenzó con cierto aire
Blackmore y que fue acelerando y endureciendo haciéndolo bastante dinámico para ser un solo, que no es algo que me entusiasme en exceso en los conciertos, y que en esta ocasión me pareció más que correcto, al igual que el del contundente batería
Francesco Jovino que sonó tras el primer guiño a Accept con la genial “Princess of the Dawn” que puso al público aun más entregado coreando y palmeando sin parar, y tras “Thunderball” que también sonó muy bien.
Recuerdo para el primer trabajo de
U.D.O. “Animal House”, con el tema título que sonó realmente frenético y potente, y con la coral “They Want War” en la que las voces del público también fueron protagonistas, con unas proyecciones bastante curiosas a modo de telón en el fondo del escenario, algo que repitieron cambiando a lo largo de toda la actuación como complemento a unas intensas y bien elegidas luces. Cerraron antes de los bises con la cibernética “Man And Machine” e igual que lo hacen en su último disco, con la cañera y directísima “Mad For Crazy”.
No se hicieron esperar mucho para volver con la contundente y pesada “Holy” en la que
Udo volvió a tirar bastante de reverb, y nos reservaron para el final un poker de piezas de Accept que acabaron de machacarnos nuestras ya castigadas lumbares y cervicales. “Metal Heart” que sonó fantástica con el solo de
Kaufmann y la gente poniendo esas voces enormes que acompañan a los coros, al igual que en el himno “Balls To The Wall” que volvió a transportarnos a las mejores épocas del heavy metal europeo. Acelerado fin de fiesta total con la buenísima y rockanrolera “Burning” y con el tema que a muchos enseño lo que era el speed metal, “Fast a Shark”.
Ciento veinte minutos de auténtico heavy metal que volvieron a mostrar la eficiencia y entrega de un señor que a pesar del paso del tiempo sigue estando entre los mejores, que tomen nota otros más jovencitos y estrellitas. Buenísimo.
Texto: Mariano Palomo
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