Friday, November 04, 2005

GOTTHARD

30 de octubre de 2005. Sala Caracol

Tras lanzar al mercado un pedazo de disco como “Lifpservice”, para mí disco del año sin ninguna duda, los suizos GOTTHARD tenían ante sí el reto de ratificar en vivo las enormes expectativas creadas con su última obra en estudio, ¡y vaya si las ratificaron!. Impresionante actuación la que se marcaron estos seis musicazos ante una abarrotadísima sala Caracol, con más de seiscientas almas intentando disfrutar de la descarga de la banda. Y digo intentando disfrutar, porque lamentablemente no es la primera vez que sucede esto en dicha sala, ni en otras de la capital, véase Arena o Ritmo & Compás, dándose un sobre aforo más que notable y con un riesgo claro de que algún día pueda pasar algo muy serio. De hecho más de un asistente al concierto tuvo que salir antes de tiempo por mareos y bajadas de tensión provocadas por el infernal calor y la aglomeración enorme de personal, sobre todo una chica que salió llevada en brazos completamente inconsciente y que desde aquí esperamos que la cosa se quedara en un susto y no pasara a mayores. No nos queda más que rogar a los responsables de estos eventos, promotores, encargados de salas y los mismos grupos que cuiden este aspecto del aforo de los locales, tanto por la comodidad de los espectadores que pagan una entrada para poder disfrutar del show en buenas condiciones, como, sobre todo, por la seguridad de todos los asistentes.
Dicho lo cual y centrándonos en el concierto, por lo que yo pude ver bastante lejos del escenario, de hecho fuera de lo que es la sala en sí, la actuación fue realmente memorable, de las que vamos a tardar en olvidar en mucho tiempo. La banda derrochó energía, simpatía y calidad en cada una de sus notas, con un excelente sonido y con una solidez al alcance de muy pocas formaciones. Para muchos supondría una sorpresa, ya que les han conocido recientemente gracias al lanzamiento de “Lipservice”, pero para los que seguíamos la trayectoria de los helvéticos desde sus inicios no hizo más que refrendar lo que sabíamos, son muy, muy buenos.
El repertorio obviamente se basó en su último trabajo, del que descargaron nada menos que nueve de los quince temas que lo componen, desde las dos iniciales “All We Are” y “Dream On” al igual que en el disco, pasando por la fenomenal “Cupid’s Arrow”, la más tranquila “I Wonder” o las más directas “Said & Done” y “The Other Side Of Me”. Todas sonaron brutales y con una perfecta comunión con el público madrileño que se entregó desde el primer minuto al buen hacer de la banda. Con un Steve Lee que mostró su voz a gran altura, con una puesta en escena muy dinámica recordando, como comentaba mi buen amigo Carlos Treviño, al mismísimo Steven Tyler de Aerosmith en algunos de sus gestos. Le acompañaron de manera magistral en los coros sus compañeros, el guitarrista solista Leo Leoni, junto a la rítmica de Freddy Scherer sacaron petróleo de sus mástiles, con un sonido nítido pero muy directo, bien secundados por la labor en las teclas de Nicolo Fragile que tuvo también su cuota de protagonismo, y por supuesto de la sencilla pero contundente labor del bajista Marc Lynn y del poderoso batería Hena Habegger que dieron una presencia y una solidez enormes al sonido del grupo.
Siguiendo con los temas interpretados, aparte de los de “Lipservice”, se centraron en su tercer trabajo “G”, quizá el más parecido al último en cuanto a sonido y del que nos ofrecieron cinco buenos temas como la carismática “Sister Moon”, o la emotiva balada “One Life One Soul” que ponía un poco de calma tras un comienzo arrollador con los dos primeros temas citados, la propia “Sister Moon” y la buenísima versión que se han adjudicado de “Hush” que hizo famosa Deep Purple, aunque tampoco es suya, y que los suizos incluyeron en su primer trabajo. Tras este pequeño descanso, vuelta a la caña con “Top Of The World”, única que rescataron de su anterior obra “Human Zoo”, sin duda la más rockera de las que lo integraban, ya que tanto este disco como el anterior “Homerun” supusieron una suavización del sonido del grupo, y por lo visto en esta gira lo querían ofrecer era su faceta más cañera y directa. “Let It Be” fue de las mejores de la noche, un medio tiempo buenísimo que se incluía en el citado “G” y que junto a las finales previas a los bises, “Fist In Your Face” poderosísima y la más heavy del repertorio, la magnífica versión de Bob Dylan “Mighty Quinn”, ambas del mismo álbum “G”, la rainbowniana “Firedance” de su primer trabajo y la pegadiza “Mountain Mamma” completaron un set list impresionante, aunque algunos echamos de menos algún tema de su buen disco “Open” del 98, único que no tuvo representación en el concierto.
Se retiraron, dejaron el escenario vacío, por cierto, muy bueno el montaje de luces, con proyección del logo del grupo incluida en el fondo aprovechando al máximo las posibilidades del local, y volvieron para acabar de reventarnos. Aunque tuvieron el detalle de empezar tranquilos, con otra preciosa balada como “Heaven”, que empezó a predisponer al personal para el sprint final. Cuando empezó a sonar el comienzo del single “Lift U Up”, por la que seguramente más de uno estaba allí, se puso el local patas arriba con la gente completamente loca entregada a la causa; la impresionante “Anytime Anywhere” no hizo más ratificarme en opinión que es el mejor tema de “Lipservice” y en directo sonó poderosísima, además con el aliciente adicional de la salida al escenario de una preciosa bailarina mulata que le dio un toque exótico al tema y alegró la vista del personal; perfecta para cerrar y dejarnos bien satisfechos. Pero, no, no era suficiente, aun tenían que volver para marcase una pedazo de versión del “Inmigrant Song” de Led Zeppelin que ya sí que puso el punto final a una magnífica velada en lo musical.
Magnífica en lo musical pero no en todo, ya que precisamente este último tema, al igual que todo el concierto, le hubiera encantado escucharlo y verlo a mi buen amigo y compañero Rafa Carrillo fanático total de los Zeppelin, al que Frank, tour manager de la banda, tras entrevistar por la mañana en su hotel junto a nuestra amiga Cristina y a un servidor, al amable guitarrista Leo Leoni que le invitó al concierto, prometió apuntarle en la lista de invitados, ya que Rafa fue uno de los muchos que se quedó sin entrada, y luego no cumplió su promesa y tuvo volverse a casa con las ganas y con alguna que otra contestación poco diplomática vía SMS del amigo Frank; sin duda personalmente para mi la parte amarga del concierto y que me jodió muchísimo por Rafa del que nos acordamos durante toda la actuación; un abrazo colega y ya habrá ocasión de verles otra vez.
Sobre los demás aspectos ya he comentado al principio que creo que deberían cuidarse ciertas cosas. La gente tiene mucho hambre de ver buenos grupos como Gotthard y esta dispuesta a sacrificarse, una, dos, tres veces..., quizá a la cuarta vez que no puedan ver el concierto en unas mínimas condiciones de seguridad y comodidad ese hambre busquen saciarlo de otro modo y se vuelva a producir la regresión que sufrió nuestra música hace unos años, algo que evidentemente ninguno de los que estamos involucrados en esta historia deseamos. Comprendo el gran esfuerzo que supone organizar este tipo de eventos y arriesgarse a pegarse el estacazo como ha sucedido en algunas ocasiones, pero por favor, para la próxima vez un poquito más de previsión, todos lo agradeceremos. Esto puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Seguramente Gotthard hubieran metido el doble de gente, si hubiera sido en un local más grande, que los hay, y todos lo hubiéramos disfrutado mucho más. En cualquier caso, aun sin olvidar lo malo, prefiero quedarme con lo bueno. Enorme concierto de una enorme banda, de lo mejorcito que ha pasado por España en los últimos tiempos.

Texto: Mariano Palomo
Fotos: Eva Montes

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