Friday, June 29, 2007

SWEDEN ROCK FESTIVAL 2007

Norje – Solvesborg (Suecia)

Muchos os preguntaréis, como me preguntaba yo hasta ahora, ¿será para tanto todo lo que cuentan del Sweden, estará tan bien organizado, habrá tan buen ambiente,...? Pues la respuesta sólo puede ser una y rotunda, SI, y además superando cualquier expectativa que al menos yo pudiera tener. Desde el inicio cuando uno llega a la zona que abarca el Festival, se da cuenta de todo es distinto a lo que estamos acostumbrados a ver por aquí, conste que este ha sido mi primer gran festival extranjero al aire libre. El orden y organización que se puede observar nada más pisar territorio festivalero es impresionante, dentro de la libertad más absoluta y con unas inmejorables maneras por parte de todos los implicados en la organización y de todos los que están alrededor de la misma.

Igual veías a un grupo de chavales glameros (los había a cientos) llenos de laca que parecían recién salidos de cualquier video de Motley Crue o Guns n’ Roses, que a otro de moteros adornados de cruces de hierro y camisetas de Motorhead o BLS, algún que otro gótico de tendencias más oscuras con sus habituales hábitos negros, y hasta alguno disfrazado de Barbie completamente de rosa, compartiendo de forma pacífica y festiva todos ellos el mismo espacio, amén de los heavies de siempre con las camisetas de Maiden y Judas y los chalecos vaqueros llenos de parches, y de familias enteras que llevaban a sus hijos a disfrutar de la música en estado puro (todo un detalle que los menores de 11 años entraran gratis), hasta completar los 30.000 asistentes de numerosas partes del mundo, muchos españoles, en los que la organización fijó el límite para poder movernos sin agobios por una superficie que bien podría albergar a bastante más personal.


Uno de los muchos y grandes aciertos de los responsables del festival esta limitación de aforo, así como lo fueron también la localización del recinto todo lleno de césped, aunque le paso de los días fue haciendo estragos y fue mermando el verde sobre todo en la zona del escenario principal, o el detallazo de regalar botellas de agua continuamente desde el foso a todo aquel que se aproximaba y que posteriormente las devolvía para volver a ser usadas, entre otros muchos detalles muy de agradecer.Parece realmente complicado, pero lo consiguen, coordinar el inmenso mercadillo de camisetas, discos, ropa, comida de todo tipo, merchandising, etc. que rodea al propio recinto del festival, toda la zona de acampada perfectamente acondicionada, o las tiendas, restaurante y taquillas oficiales siempre atendidas fenomenalmente. Por no hablar cuando entras al recinto tras pasar el preceptivo cacheo y control de pulsera, si ya lo de fuera era alucinante, cuando uno pasa la entrada es como meterse en un gran parque temático del rock, una especie de Disneylandia guitarrera. De nuevo un montón de puestos de comida (desde tailandesa hasta churros), discos, camisetas (sólo oficiales del festival), y como curiosidades: una carpa con capacidad para 3.000 espectadores patrocinada por Gibson en la que además de tocar algunas bandas se hacían concursos de solos de guitarra, o de play station con el Guitar Hero, un enorme stand de Harley Davidson en el que se podía adquirir todo tipo de productos promocionales de la marca a muy buen precio, otro stand de Dodge en el que se podían admirar flamantes coches, o una taquilla a modo de cajero automático para rellenar el bolsillo, o los innumerables barras en las que servían bebidas, sobre todo la cerveza propia del festival etiquetada para la ocasión, eso sí no había alcohol de mayor graduación, sólo cerveza, y viendo como se ponían algunos sólo a base de zumo de cebada mejor que fuera así.Y todo esto alrededor de seis escenarios, aunque realmente competentes y grandes eran cuatro además de la referida carpa, en los que la actividad fue frenética los cuatro días en los que pudimos disfrutar de una experiencia absolutamente maravillosa. Mientras entre actuación y actuación las cuadrillas de jóvenes voluntarios (cuadrillas que tenían sus turnos y luego podían permanecer disfrutando del festival como pago de su trabajo) limpiaban y dejaban aquello bastante limpio dentro de la dificultad que implicaba, y por no hablar de los servicios siempre perfectamente limpios, con papel y listos para ser utilizados, es lo que tiene pasar a revisarlos y vaciarlos con el camión al menos tres veces al día.¿Y de los grupos qué? Pues la verdad es que hubo de todo en cuanto a estilos, calidad, sonido, aunque la mayoría lo hizo realmente bien y en un altísimo porcentaje con un gran sonido. Alguna que otra decepción, alguna que otra grata sorpresa y mucho nivel en general. A continuación unas breves pinceladas de lo que pudimos ver, en parte o totalmente, ya que verlo todo además de una invitación segura al desfallecimiento, era materialmente imposible con 80 bandas descargando en cuatro días. Ah, antes de meterme en harina con los grupos, me gustaría recomendar encarecidamente a todo el que le guste el rock este evento, y sólo un pequeño consejo a los promotores y organizadores de conciertos en España, por favor, dense una vuelta aunque sólo sea un día por el Sweden y llévense una libreta bien gorda para tomar notas de cómo se organiza un festival, seguro que la gente se lo agradecerá.

Miércoles 6 de Junio

RANDY PIPER’S ANIMAL (Zeppelin Stage)
15:30 h. primera actuación del festival que presenciamos con lo que todo ello implica. Excitación, nervios y ganas de que empezara la fiesta. El encargado de esta complicada labor fue el ex guitarrista de W.A.S.P. Randy Piper, que ha lanzado hace unos meses un interesante trabajo titulado “Violent New Breed” en el que mantiene la esencia de su época en la banda de Lawless. Y eso es lo que nos ofreció, heavy rock desgarrado, pero con su punto de melodía y bastante bien ejecutado y divertido en directo. Acompañaron a Piper unos jóvenes músicos que no tenía el gusto de conocer, además del cantante que luego me enteré que se llamaba Rich Lewis y que se asemejaba mucho en su voz al mismo Blackie, aunque algo menos potente. Repertorio bien escogido con los mejores temas del mencionado disco, sobre todo me gustó mucho “The Morning After”, y tres gratísimos recuerdos para W.A.S.P. con “Hellion”, “I Wanna Be Somebody” y la magnífica “Wild Child” para cerrar. Muy entretenido y más que correctos para abrir fuego.SWITCH BLADE (Gibson Stage)
Tras el buen sabor de boca que nos dejó Randy Piper y su banda, y de ver en un par de temas lo bien que tienen puesto el nombre los deathmetaleros Vomitory, nos dirigimos a curiosear a la carpa Gibson donde nos encontramos a una banda de daneses macarras moteros descargando rock&roll crudo y directo, sin demasiada calidad eso sí, y con tipo al frente que desde luego no tenía pinta de ser el novio que las madres quisieran para sus hijas. Vimos un rato, nos dimos cuenta que les gustaba mucho AC/DC y Motorhead, movimos un poco el pie, y a reponer fuerzas.WOLF (Zeppelin Stage)
Volvimos a salir al aire libre para presenciar la actuación de los alemanes Wolf, un grupo con bastante predicamento entre los metaleros más underground y que tenía cierta curiosidad por ver que tal lo hacían. Y la verdad es que no me dijeron gran cosa, comenzaron bien con bastante caña haciendo puro heavy metal clásico, pero al cuarto tema ya me sonaban todos iguales y no pudieron o no supieron enganchar a la gente, y eso que se empeñaron en intentar hablar en sueco. Bastante aburridos.NOCTURNAL RITES (Zeppelin Stage)
A estos ya los tenía marcados en el planning. Una banda que jugaba en casa, algo que se notó en la respuesta popular agolpándose en las primeras filas, pero que fue una de las grandes decepciones para mí del festival. Llevo siguiendo al grupo desde su primer disco, “In A Time Of Blood An Fire”, por cierto el que más me gusta y del que no tocaron nada, y siempre me han parecido un grupo interesante que sin volverme loco si me gustaban lo suficiente como para prestarles más atención. Y la verdad es que fue una pena, y no porque sonaran mal, no fue el caso, sino porque no ofrecieron nada chispa, entrega la justa y eso que tenían a sus paisanos delante, y temas muy lineales y aburridos. Menos mal que estaba sentado y delante teníamos a una panda de vikingos bastante perjudicados que nos amenizaron la actuación.ANNIHILATOR (Zeppelin Stage)
Llegaba uno de los momentos de duda en los que había que decidir, o ir a ver a los glammies hard rockeros Crashdiet que contaban con una legión de seguidores en la Carpa Gibson y que por lo que cuentan estuvieron muy bien, o quedarnos al fresco a ver la descarga de Annihilator. En un principio la idea era ver un rato de cada uno, pero en cuanto empezaron Jeff Waters y los suyos a descargar se disiparon todas las dudas y ya no nos movimos de las primeras filas hasta que nos machacaron en su hora y cuarto de clase magistral de heavy / thrash. Impresionante como sonaron, como se movieron, que bien escogieron el repertorio y como transmitieron una fuerza y una rabia que contagio a todos los presentes, a base de ritmos frenéticos y riffs asesinos, pero todo perfectamente controlado (“la potencia sin control no sirve de nada”, Pirelli dixit). Destacar la figura del guitarrista-cantante Dave Padden, magnífico todo el concierto, sin quedarse atrás el resto de los miembros de la banda. Como comentaba un repertorio bien elegido, equilibrado con temas de su último disco “Metal” y con sus himnos como “Set The World On Fire”, “Kill Of The King”, “The Fun Palace” o la brutal “Alison Hell”. Sencillamente tremendos, lo mejor del primer día y de lo mejor de todo el festival. Ya podían aprender algunos ultimamente.THE AUSTRALIAN PINK FLOYD SHOW (Sweden Stage)
Y para cerrar la jornada llegaba un curioso show. Hay que ser muy bueno y tener mucha clase para ser capaz de llevar a escena toda la calidad de una de las bandas más grandes de la historia como son Pink Floyd. Y estos australianos lo consiguieron con un altísimo nivel tanto musical como visual, con un escenario precioso que recordaba al de la gira del “A Momentay Lapse Of Reason” y en el que continuamente insertaban imágenes referidas a los Floyd pero retocándolas con motivos australianos. Tiraron de clásicos como “Confortably Numb”, “Money”, “Time”, “What Do You Want For Me”, “Shine On You Crazy Diamond” y de otros menos conocidos, pero todos ellos sonados perfectos y maravillosamente interpretados por la gran cantidad de músicos que forman el combo, incluido un fantástico trío de voces femeninas en los coros. Abandonamos el recinto un poco antes de terminar su actuación, con los acordes de fondo de “Whish You Where Here”, “Take It Back” o de la final “Another Brick In The Wall”, ya que empezaba a pesar el cansancio y había que intentar evitar el atasco de salida. Sin duda si este concierto me hubiera pillado más fresco lo hubiera disfrutado mucho más, aun así está entre los destacados del festival.
Jueves 7 de Junio

TOKYO DRAGONS (Zeppelin Stage)
Comenzaba la segunda jornada ya con un horario más temprano, 11:30 de la mañana y ya estaban descargando los ingleses Tokyo Dragons. Un servidor llegó con tiempo para ver algo menos de la mitad de la actuación de este joven cuarteto que llamó bastante la atención hace un par de años con el lanzamiento de su primer trabajo que rebosaba frescura y temas directos recordando a gente como los primeros Def Leppard, AC/DC o Thin Lizzy. Y eso fue exactamente lo que nos ofrecieron bajo un sol de justicia con un descaro y energía más que reseñables, además de sonando muy bien, y enganchando al personal que se iba sumando a la fiesta dirigida por el barbudo cantante de la banda Steve Lomax al que ayudaron sus compañeros a base de bien en los coros, sobre todo en la fiestera y pegadiza “Do You Wanna” que sonó aun mejor que en le disco. Muy bien por ellos, la próxima vez a ver el show completo.THUNDER (Festival Stage)
En otras circunstancias y si Thunder no hubieran tocado en Madrid hacía tres meses probablemente esta sería una de las citas más excitantes para mi de todo el festival, pero como no hacía mucho que había disfrutado de su descomunal concierto en la capital de España, me lo tomé con más calma y menos expectación. Pero con esta gente es imposible tomarse un concierto suyo con calma, desde el primer guitarrazo de Luke Morley para abrir con “Looser” uno ya no puede parar de moverse, clásico tras clásico, temazo tras temazo, actitud, feeling, buen rollo, calidad, en fin, lo de siempre en todos los conciertos de Thunder, y además en esta ocasión con un enrome escenario, que estrenaban ellos, y por el que se movieron como pez en el agua. Con constantes guiños al público haciéndole participar y disfrutar como locos con el gran Danny Bowes en maestro de ceremonias, sobre todo en temas como “I Love You More Than Rock & Roll”, “The Devil Made Me Do It”, “Can’t Keep A Good Man Down” o la suprema con la que se despidieron “Dirty Love”. Antes ya habían destilado clase con “Love Walked In”, “River Of Pain”, o “Low Life In High Places”. Una vez más tremendos, aunque en esta ocasión con una actuación más breve, pero igual de intensa.AXEL RUDI PELL (Rock Stage)
Tras la descarga de adrenalina de Thunder había que recuperarse un poco y al igual que ocurría con los británicos a Axel Rudi Pell no hacía demasiado que lo habíamos visto y esta vez sí nos lo tomamos con bastante más tranquilidad, aunque también disfrutamos de una buena actuación del alemán y los suyos, muy similar a la de Madrid en cuanto a repertorio pero también algo más corta, y con los mismos peros que aquella, no tocaron “Carrousel” y metieron demasiados solos y parones, pero con mucha calidad y con un Axel Rudi Pell en perfecta forma física que incluso se movió por el escenario haciendo poses con Johnny Gioeli, de nuevo magnífico aunque algo menos potente en su voz, y con el resto de sus músicos. Los mejores momentos con “Temple Of The King” ya que no podemos disfrutarla con Rainbow, y con las más cañeras y hard rockeras “Rock The Nation”, “Fool Fool”, “Tear Down The Walls” y “Strong As A Rock”. Vamos lo de siempre, pero esta vez más corto, y algo menos bueno que en Madrid.QUIET RIOT (Festival Stage)
No esperaba demasiado del concierto de los americanos Quiet Riot, pero la verdad es que un poco más de lo que ofrecieron si que creía que podían ofrecer. Aunque me parece que hablar de Quiet Riot sin Carlos Cavazo a la guitarra es bastante osado, más aun cuando su sustituto Alex Grossi además de tener una imagen y actitud bastante penosas, prácticamente no dio una a derechas, sin duda lo peor de la actuación con unos gambazos como para llenar unas cuantas mariscadas. Si a esto añadimos que Kevin Dubrow, pintas y actitud este sí aparte, nunca ha sido un virtuoso de la voz y tampoco tuvo su mejor día y que el repertorio se salvó al 50%, vamos con los temas antiguos, pues el resultado os podéis imaginar como fue. Sacaron adelante bien la papeleta el batería Frankie Banalli que sigue siendo de lo mejorcito a las baquetas y el ex bajista de House Of Lords, Impelliteri,... Chuck Wright que además de sonar bastante bien con sus cuatro cuerdas apoyó muy bien en los coros. Dicho lo cual lo mejor los clásicos por lo que representan, “Slick Black Cadillac” a pesar del destrozo de Grossi, “Put Up Or Shut Up”, “Mama We’re All Crazy Now” que fue lo mejorcito junto a “Let’s Get Crazy” y a la final “Cum On Feel The Noize”. Lo peor los temas nuevos que sonaban realmente opacos y apelotonados y el desastre de “The Wild And The Young” que fue prácticamente irreconocible, además de no llevar teclados. Me parece que como no espabilen y mejoren bastante pueden dilapidar el crédito ganado en sus tiempos de gloria. Una Pena.

POINT BLANK (Sweden Stage)
Una de las mejores cosas que tiene este festival es que nada más desencantarte con una mala actuación como la de Quiet Riot, casi inmediatamente tienes la oportunidad de resarcirte con una agradable sorpresa como nos ocurrió con el concierto de los veteranos sureños Point Blank. Un grupo del que apenas conocía el nombre y que hicieron un rock divertido y auténtico, con buenos matices guitarreros y que sirvieron para darnos una buena dosis de interesante feeling sureño que nunca viene mal.
SYMPHONY X (Rock Stage)
Tras un buen rato viendo a los de Austin, vuelta para despejarnos, y vimos un poco de la actuación de Symphony X, pero no teníamos el cuerpo para demasiados virtuosismos y sólo presenciamos un par de temas en los que, eso sí, volvimos a comprobar el grandísimo nivel técnico de todos sus músicos, y la tremenda voz y presencia en escena de Russell Allen. Además no se cortaron y cuando le abandonamos comenzaban a descargar los veinte minutos de “The Odyssey” en su integridad. Mejor para verles en una sala y más descansado.


MEAT LOAF (Festival Stage)
Llegó uno de los grandes momentos del festival, una de esas ocasiones que uno da prácticamente por perdidas y que difícilmente puede disfrutarse en nuestro país. Y estos sí cubrieron y superaron las expectativas con creces, ofreciendo un espectáculo tremendo, lleno de clase, calidad musical, teatralidad y diversión. Evidentemente Meat Loaf acaparó la mayoría del protagonismo en escena, además de por su oronda figura, por su magnetismo y carisma muy por encima de su forma vocal, aunque eso no importó demasiado. Para cantar realmente bien ya estaban las bellísimas Aspen Miller, con la que el tejano se marcó un fantástico dueto y se pegó un buen achuchón parte de la representación al más puro estilo Pimpinella-Broadway que se produce en la parte central del show, y la rubia Caroline C.C. que también tuvo su espacio al final del repertorio compartiendo protagonismo a las voces, además de meter coros durante todo el concierto. El resto de la formación sencillamente magistral, con un nivel instrumental que rozó la perfección, sobre todo el batería que sonó tremendo, al igual que el rubio guitarrista cañero que ocupaba la parte izquierda del escenario. A todo esto un repertorio magnífico, lleno de clásicos como ”Out Of The Frying Pan (And Into The Fire)” con unos coros inmensos, la impresionante “I’ll Do Anything For Love” aunque se la dejaron a medias y no remataron la parte final más acelerada, el himno “Bat Out Of Hell”, o esa maravilla que es “You Took The Words Right Out Of My Mouth” llena de rollo y melodía. Y por si esto fuera poco nos sorprendió en los bises con las versiones del “Black Betty” de Ram Jam que sonó algo atropellada y de la más brillante “Gime Shelter” de los Rolling Stones. Sencillamente espectáculo en estado puro, sonando de muerte y que se me hizo muy corto, si por casualidad le da por pasarse por España y podéis ir a verlo no lo dudéis ni un instante. En el Top del Festival.

THIN LIZZY (Sweden Stage)
El “Cacho Carne” y compañía habían dejando el listón muy alto, altísimo, y pensaba que sería difícil disfrutar de nuevo con la misma intensidad, al menos ese mismo día y cuarto de hora después con otra actuación. Pero nuevamente me equivoqué, este era el festival de las equivocaciones, aunque afortunadamente la mayoría para bien. Sin tener nada que ver en cuanto a estilo, imagen, espectáculo, etc, etc, John Sykes, Scott Gorham, Marco Mendoza y Tommy Aldridge fueron capaces de conseguir que durante hora y media estuviéramos gozando y emocionándonos prácticamente sin parar dando buena cuenta del increíble y nunca bien ponderado legado de una de las mejores bandas de rock de la historia como fueron Thin Lizzy. Y digo fueron porque aunque el cuarteto actual haya adoptado su nombre no se puede concebir esta formación sin la figura del añorado Phil Lynott, al que, eso sí, siempre tienen presente en todos sus conciertos y al literalmente según Sykes dedican cada uno de sus momentos. En fin, sentimentalismos aparte pudimos gozar con cuatro musicazos, llenos de clase que ofrecieron lo mejor del repertorio Lizzy, siempre se echa alguna en falta, y además sonando potentes y limpios por igual con la imponente presencia de John Sykes que acapara gran parte del protagonismo, pero siempre bien acompañado por el gran Gorham con el que volvió a doblar guitarras de forma magistral. “Jailbreak” brutal para abrir, “Waiting For An Alabi” tremenda, ¡qué voces!, “Rosalie” fiesta y buen rollo, “Bad Reputation” y “Are You Ready” intensidad total, al igual que en la reivindicativa “Don’t Believe A Word” o con la cañera y una de mis favoritas “Cold Sweat”, contrastando con el feeling casi sentimentaloide de “Cowboy Song” o de las finales y entrañables “Emerald” o “Black Rose”, sin olvidarnos de la archi conocida “The Boys Are Back In Town”; todas ellas completaron otro inolvidable concierto que suple con honores la insustituible falta de Lynott. Buenísimos.HEAVEN AND HELL (Festival Stage)
Llegaba la hora de una de las razones principales que hizo que muchos nos desplazáramos hasta el sur de Suecia, y eso se notaba en el ambiente con una incesante llegada de fieles que se acercaban a la ceremonia de sus sacerdotes favoritos. Heaven And Hell o lo que es lo mismo, Black Sabbath con la formación del “Mob Rules” aparecían en escena, la expectación era enorme y tras una intro grabada comenzó a sonar el tema que daba título al disco citado anteriormente y que sonó realmente bien. Con un Ronnie James Dio que se agrandaba por momentos con su portentosa voz, en un bonito escenario en el que se iban proyectando imágenes con alusiones a los temas que iban cayendo y con un aspecto catedralicio, que quedó bastante resultón sobre todo por el buen uso de las luces. Pero a pesar de la buena escenografía, del gran sonido y mejor arranque del que gozaron y de la entrega de los fans, algo no acabó de funcionar aquella noche. Faltaba feeling, faltaba comunicación entre los músicos, salvo puntuales gestos de Dio; la frialdad y estatismo de Tommi Iommi y Grezzer Butler, la visualmente poco ortodoxa aunque correcta forma de tocar del batería Vinnie Appice, el para mi irregular set list, no hicieron más que hacer decaer poco a poco la intensidad de una cita marcada en rojo en el calendario de muchos de los que abandonaron el recinto antes de que finalizaran su actuación, por cierto, con un desacertado “Neon Knights” en la que no se que pasó pero me sonó realmente embarullada y falta de brillo, incluso con algún que otro desafine. ¿A qué se debía todo esto? Alguna razón tenía que haber, y al día siguiente durante el desayuno, casualidades de la vida, nos enteramos gracias al director del alojamiento en el que pernoctábamos que a su vez era el encargado del catering del festival. Nos comentó que un par de horas antes del show Dio e Iommi tuvieron una bronca monumental y a punto estuvieron de no tocar. Pero por supuesto hubo buenos momentos, como “Children Of The Sea” que sonó enorme, la más pesada “Sign Of The Southern Cross” que llenó de intensidad la noche, y sobre todo la que da nombre al proyecto “Heaven And Hell” que fue pura magia. Por el contrario que se quedara fuera “Lady Evil” o que Appice hiciera uno de los solos de batería más ortopédicos y aburridos de la historia fueron puntos bastante negativos. En fin, menos, bastante menos de lo que me esperaba, pero con momentos rescatables e inolvidables como los citados.

Viernes 8 de Junio

PRETTY MAIDS (Rock Stage)
Empezábamos el viernes con fuerzas renovadas, después del medio chasco que nos llevamos con Heaven And Hell y tras tirarnos un buen rato de fiesta en la carpa Gibson convertida en discoteca hasta que nos echaron, encarábamos la tercera jornada con citas realmente interesantes, como ocurrió todos y cada uno de los días que compartimos en Solvesborg. Con lo primero que nos topamos nada más llegar, y después de equivocarnos de escenario, fue con la actuación una banda que siempre me ha convencido en directo, aunque nunca como lo hicieron en la extinta sala Aqualung hace unos años junto a Royal Hunt. Pretty Maids de nuevo sobre el escenario, muchas ganas de volver a verles y en unas condiciones realmente curiosas, a las 12 en punto del medio día, a más de 30º de temperatura con un solazo que achicharraba la piel , pero allí estaban estos cinco daneses para ofrecernos más de una hora de buen hard rock lleno de fuerza y clase. Aunque su vocalista Ronnie Atkins no estaba en su mejor estado vocal, pero volvió a desplegar simpatía, fuerza y carisma, bien acompañado por el gran Ken Hammer que sigue tocando la guitarra muy muy bien, y en menor medida por el bajista Ken Jackson que metía buenos coros, al igual que el nuevo teclista John Brand reclutado de Mercenary, y de un sólido batería como Allan Tschicaja que cumplió aun mejor. Pero actitud y aptitud aparte, lo mejor de esta veterana formación son sin duda sus canciones, incluidas las de su nuevo y muy buen trabajo “Wake Up To The Real World” del que dejaron alguna muestra como el tema título o la fantástica “Such A Rush” que sonó casi mejor que en el disco. Por lo demás muchos clásicos de la banda, aunque dejaron fuera mi favorita “Woudn’t Miss You”, desde el principio con “Back To Back” hasta el final totalmente entregado de “Red, Hot & Heavy” fueron cayendo temazos de la talla de “Yellow Rain”, “Future World”, “Virtual Brutality” o “Love Games”, con mención especial para la entrañable “Please Don’t Leave Me” que de nuevo dedicaron a Phillip Paris Lynott que sin duda estuvo muy presente en todo el evento. Buen concierto, aunque algo corto y mejorable.


THE ANSWER (Festival Stage)
Seguíamos en horario matinal cuando nos dirigimos al escenario principal para presenciar la actuación de The Answer. Un grupo que me convenció bastante con su disco “Rise” y que tenía dudas si serían capaces de llevar al directo su música con la misma fuerza y fidelidad, más tratándose de una cita tan especial y un escenario tan grande. Y la respuesta fue de lo más positiva, a base de simpatía y buenas composiciones guitarreras de añejo sabor setentero completaron un muy interesante concierto, recordando mucho a Led Zeppelin o Black Crowes, con un descaro y tablas realmente sorprendentes para su juventud. Se centraron bastante en su citado último trabajo, destacando en temas como “Never Too Late” o “Be What You Want”, y confirmándose como una de las sorpresas más positivas del festival y justificando el por qué de su ubicación en el mayor de sus escenarios. Bien por los británicos.

WHITE LION (Sweden Stage)
Después de la buena dosis de rock añejo a cargo de The Answer nos aproximamos cerveza en mano a presenciar la actuación de la banda de Mike Tramp. Una actuación que levantó mucha expectación, no en vano Tramp es medio danés y casi jugaba en casa, y que yo encaraba sin esperar demasiado de la misma más aun cuando, por lo que cuentan, su última aparición por Madrid no fue excesivamente afortunada. Pero, seguimos con las sorpresas agradables, encontramos a una banda sólida, activa, dinámica, alegre y clavando prácticamente todos y cada uno de los himnos del León Blanco que descargaron durante la hora y cuarto con una fuerza y una actitud muy remarcables. Aunque me pareció algo demagógico el discursito de Mike Tramp marcándose un alegato de defensa de los 80’s, de la laca o de la sombra de ojos, cuando no hace demasiado tiempo el mismo ha sacado algunos trabajos que nada tienen que ver con todo esto que pregonaba. Pero demagogias aparte parece que esto agradó al personal e hizo que se metiera más de lleno en los temas, algo que se notó sobremanera en la participación coreando prácticamente sin descanso, y que creó una interacción magnífica. Claro que empezando con trallazos de la talla de “Hungry” o “Lonely Nights”, sonando bastante bien y con Tramp en una forma física y vocal magníficas la cosa fue bastante más sencilla y todo fue sobre ruedas. Destacable también la difícil labor del joven Jamie Law que tenía nada más y nada menos que hacernos olvidar al gran Vito Bratta, y en gran medida lo consiguió ejecutando fielmente las maravillas creadas por el hacha neoyorkino. No estuvieron mal tampoco el resto de la banda, un batería del que no puedo precisar el nombre que aportó gran solidez, el teclista Henning Wanner que además se marcó muy buenos coros y el bajista Claus Langeskov que cumplió muy bien. Los cinco se encargaron de poner la nota más hard rockera y puramente ochentera de la jornada con temazos como “Broken Heart” que me puso los pelos de punta, al igual que “Little Fighter” o la melosa “Wait”, sin olvidarnos de las más tranquilas “When The Children Cry” o la que Tramp presentó como su favorita y que sonó espectacular “Lady Of The Valley”. Tampoco se quedaron atrás otras menos populares como “If My Mind Is Evil” o “All Fallen Men” que fue de las más destacadas, ni de por supuesto el cierre apoteósico con la versión del “Radar Love” de Golden Earring que ya se apropiaron hace muchos años. Como dijo el propio frontman del grupo, que además fue el único que saludó en español de todo el festi, si hace quince años me dicen que voy a vivir un concierto como ese no me lo creo. Enormemente satisfactorio.U.D.O. (Rock Stage)
Había que seguir la fiesta y tras el gran regusto que teníamos de White Lion, era hora de dejar a un lado la laca y experimentar nuevas sensaciones. Vimos un buen rato de la actuación de After Forever, primera en tierras suecas, y pudimos comprobar el buen estado de forma de los holandeses con una magnífica Flor Jansen al frente presentando su último trabajo, lleno de buen heavy metal con voz femenina, no tan lírico y operístico como otros grupos. Lo intentamos también con Gov’t Mule que me defraudaron bastante ya que hicieron un recital muuuuuuuuuuuuuuy aburrido, demasiado blues pesado y poco de la fuerza motera de algunos de sus temas, y eso que tenían el escenario principal para ellos. Pero claro, teniendo a U.D.O. en la recamará la diversión estaba asegurada y enseguida se nos pasó el aburrimiento. El pequeño gran nibelungo sigue en plena forma, y la banda suena cada vez más sólida y rotunda, desplegando su buen heavy metal, acordándose con frecuencia de Accept y volviendo a tener al público comiendo en su mano, coreando sin parar. Con el telón de fondo de la portada de su nuevo trabajo “Mastercutor”, del que tocaron un par de piezas, el que le da título y la potente “The Wrong Side Of Midnight”, y el resto pura fiesta metalera, “Animal House”, “Holy”, Man And Machine”, y los himnos de Accept “Princess Of The Dawn”, “Metal Heart”, “Balls To The Wall”... En fin lo de siempre, pero bendita rutina. Dentro de nada repetimos en el Granito.

TALISMAN (Zeppelin Stage)
Con la sonrisa en la boca tras disfrutar del auténtico heavy metal de U.D.O. nos dirigimos a comprobar si era justificada la expectación y la gran legión de seguidores que tienen los hard rockeros Hardcore Superstar, y no aguantamos más de dos canciones, está bien querer sonar crudo y con actitud macarra, pero me parecieron excesivamente sucios en su sonido y apelotonados. Así que les dejamos para mejor ocasión y fuimos a ver lo que se supone que era la última actuación de Talisman, aunque según parece les queda alguna más en América. El caso es que pudimos disfrutar de un auténtico conciertazo, lleno de caña, calidad y por supuesto enormes canciones como las que tiene la banda sueca. Con Un Jeff Scott Soto fantástico, derrochando fuerza y metiéndose al numeroso público que copaba la colina del Zeppelin Stage, contrastando con la sobriedad de Marcel Jacob que volvió a demostrar su gran técnica y presencia con virtuoso y dinámico solo incluido, y del nuevo guitarrista, que según parece estuvo alguna temporada junto a Dave Lee Roth, haciéndolo realmente bien, al igual que el batería del que no recuerdo su identidad. El repertorio estuvo plagado de clásicos, centrándose en sus dos primeras joyas discográficas, y completando la mejor actuación de las cuatro que he tenido la ocasión de presenciar del combo escandinavo. Pelotazos como “Mysterious”, “Break Your Chains”, “Coming Home”, “All Or Nothing” o “Make Believe” sonaron tremendos, mientras la parte más tierna vino con “Just Between Us” para la que Soto se hizo cargo del teclado, con vacile incluido con las primeras notas de “Who’s Cryin’ Now” de Journey (¿sería una premonición presentarla como la canción equivocada?), y también entrañables “Back To The Feeling” y por supuesto las grandiosas versiones habituales de la banda “Frozen” de Madonna y la final “Crazy” de Seal que fue un bestial cierre para otra de las grandes actuaciones del Sweden 2007. SKID ROW (Rock Stage)
Con Skid Row me pasaba más o menos lo que con White Lion, iba sin demasiadas expectativas, pero por desgracia en este caso se cumplió el pronóstico y la decepción marcó el show de lo que queda de los, en su momento, ahijados de Bon Jovi. No pensaba que pudieran notar tantísimo la ausencia de Sebastian Bach, y eso que nunca he visto a Skid Row con el rubio frontman, pero me da la impresión que Johnny Solinger no le llega ni la altura de los tobillos, tanto como vocalista como showman y provocador. El resto de la banda sonó bastante bien al principio, con temazos como “Piece Of Mind” o “Sweet Little Sister”, con los guitarristas Scotti Hill y un irreconocible Dave Snake Sabo que machacban con punzantes riffs, pero el resto no acompañaba demasiado, con unas bases muy embarulladas a cargo de Rachel Bolan y del aturullado batería Phil Varone. No sonaron tampoco mal “18 And Life” aunque Solinger estuvo muy lejos de transmitir la fuerza y el feeling que siempre ha tenido el tema, o las cañera “Making A Mess” y “Slave To The Grind” aunque muy aceleradas. Para olvidar otras como “Psycho Therapy” de los Ramones, Get The Fuck Out” y sobre todo las dos versiones de “I Remember You”, tanto la tradicional que perdió toda la intensidad que se le supone, y de la nueva versión que aparecía en el discretísimo “Thickskin” mejor ni acordarse. Creo que estos chicos deberían definirse, o vuelven al sonido de antaño y tratan de convencer a Bach para que vuelva al grupo, o tiran por derroteros más modernos y sucios musicalmente hablando, pero lo que no pueden hacer es cargarse el enorme legado que tienen a base de shows tan poco brillantes como este.


AEROSMITH (Festival Stage)
Siguiendo la corriente hard rockera del día le llegaba la hora de poner el cierre a uno de los grupos más grandes e influyentes del género y que como tal actuaron. Y eso que los de Boston no son precisamente mis favoritos dentro de las grandes bandas de siempre, pero está claro que a estas alturas nadie puede decirles como tienen que hacer las cosas y desplegar su espectacular show. Montaje brillante, lleno de imágenes, proyecciones, preciosas luces, en fin a la altura de su historia, y perfectamente aprovechado sobre todo del mega frontman Steven Tyler que no paró de moverse y correr por las pasarelas de las que disponía, meneándose por todo el resto de sus compañeros que tocaron con sobriedad y brillantez a partes iguales, destacando Joe Perry lleno de elegancia desde su posición en la guitarra y mostrándose como pilar básico del grupo. Empezaron rompiendo, tras un curiosa intro audiovisual con cuenta atrás incluida, con “Love In An Elevator” que atronó y puso a tono a los que llenábamos la explanada principal, en la que cada vez quedaba menos césped, y que auguraba una buena fiesta. Siguieron por buen camino con “Dude Looks Like A Lady”, “Walk This Way”, y empezaron a bajar el ritmo con el tema de Armaggedon “I Don’t Want To Miss A Thing”, y con “Crazy” que nos alegró la vista con el video clip en el que aparece Alicia Silverstone. Pero se empezaron a poner demasiado melosos, a pesar de seguir sonando casi perfectos, enlazando con “Amazing” y con algunos temas acústicos bluessies para los que incluso se sentaron en taburetes metiendo un importante bajón a su actuación. Empezaron a recuperar el pulso con la versión de “Baby Please Don’t Go” que popularizaron AC/DC, “Dream On” y con la vacilona “Walk This Way”, aunque dejaron fuera mis dos temas favoritos de la banda “Rag Doll” y “Jamie’s Got A Gun”, por lo menos ya las vi en su día. Un gran concierto, sin duda, pero con demasiadas partes tranquilas.

Sábado 9 de Junio

FALCONER (Zeppelin Stage)
Llegó el último día del festival, el cuerpo ya se resentía, y decidimos tomarnos esta última etapa con bastante calma, además el cartel de esta jornada no estaba tan apretado de citas ineludibles y nos dedicamos más a disfrutar de otros aspectos más que de los puramente musicales. Aun así nos quedaban por ver dos de los mejores conciertos de todo el evento, pero eso vendrá más adelante, y volvimos a plantarnos al medio día en el recinto para ver la descarga de los folkies metalaeros Falconer. Una banda que me dejó una paupérrima impresión en su primera actuación pública dentro de la tercera edición del Rock Machina, y que a poco que hicieran me iban a convencer más. Algo más hicieron, pero tampoco fue ninguna maravilla, instrumentación correcta, sobre todo a cargo de los guitarristas, temas coreables por sus fieles, pero en general bastante aburridos. Seguramente mucho tuvo que ver la nula imagen y actitud rockera, ya no digo metalera, de su vocalista que parecía recién sacado de la cama para cantar, bastante correctamente pero demasiado lineal por otra parte, y que no le dio tiempo a vestirse adecuadamente para la ocasión. Hubo ratos más amenos, recordando a los mismos Jethro Tull en algunos pasajes, pero en general demasiados planos. Por lo menos esta vez sonaron bastante bien.


FASTWAY (Sweden Stage)
Seguimos desarrollando el día con mucha calma, y tras un rato de ver a unos pesados y monótonos Hellfueled que me defraudaron bastante sin la chispa que se intuye en sus trabajos, y a otros no menos tediosos Trouble, y con la oportunidad de presenciar el “Hocus Pocus” de los veteranísimos Focus, llegó otro de los momentos “Ahora o nunca”. Fastway en escena, y además con la presencia destacada como frontman de Toby Jepson, vocalista de los fantásticos Little Angels, una de las pocas bandas que mantuvo dignamente en los 90’s el hard rock de calidad en las islas junto a otros como Thunder, Skin o Quireboys. Claro, que Fastway es el grupo de Fast Eddie Clark, y él es el que lleva el peso con una elegancia tremenda a la hora de desarrollar notas con su gibson, y dándole un rollo y una clase total a su forma de tocar, bastante lejana de la formación que le dio a conocer, Motorhead. Completaban el cuarteto el bajista de Mama’s Boys John McNanus y un desconocido batería que lo hicieron francamente bien. Me gustó muchísimo su actuación a pesar de su brevedad y de que dejaron fuera del repertorio mis discos favoritos de Fastway, “Waiting For The Roar” y “On Target” los más melódicos por otra parte, centrándose en sus dos primeros trabajos “Fastway” y “All Fired Up” más rockeros e incluso con algunos toques de blues, tesituras en las que la voz del muy bien conservado Jepson se movió a la perfección. Gran concierto y ojalá tengamos la oportunidad de verles de nuevo en un show más amplio.


SOUL DOCTOR (Zeppelin Stage)
Continuando con la dinámica de calma del día, vimos de lejos algo de la actuación de Blind Guardian que no contó con mucho apoyo y ni por lo que pudimos ver con demasiada brillantez aburriendo una vez más y siendo de lo más flojo que pasó por el escenario principal, en general el power metal fue uno de los grandes detrrotados en el festival. Necesitábamos activarnos un poco más y volvimos a la cuesta del Zeppelin Stage para ver llenos de curiosidad al grupo paralelo del vocalista de Fair Warning Tommy Heart, Soul Doctor. Y nos encontramos con unos músicos muy solventes en directo, con un Tommy muy enchufado y cantando a gran nivel, y con unos temas accesibles y pegadizos, pero para nada faltos de caña. Además como remate final se marcaron un gran medley de clásicos de Led Zeppelin con “Whola Lotta Love”, “Comunication Breakdown” y “Rock & Roll”. Les volveremos a ver, esperemos que igual de bien, en el Firefest IV de Nottingham.

REO SPEEDWAGON (Festival Stage)
Se acercaba el tramo final lleno de apariciones estelares de grandes veteranos. Los primeros con los que nos topamos fue con Suzi Quatro que sonaban muy bien, pero en una onda demasiado popera tanto musical como visualmente, así que un par de temas y a seguir.
Y lo que siguió fue indudablemente lo que más me impresionó de todo el festival. Siempre había situado a Reo Speedwagon en un segundo escalón dentro del A.O.R. por detrás de los monstruos Journey, Boston, Survivor, Foreigner y Toto, pero desde el pasado 9 de junio sin duda han subido ese escalón más que de sobra. ¡Que maravilla de concierto se marcaron! Sonido sencillamente perfecto, actitud total, repertorio lleno de grandes éxitos, clase, elegancia, simpatía, en fin, Impresionante. Desde que arrancaron con “Don’t Let Him Go” me atraparon y no pude parar de flipar, con Kevin ronin cantando lleno de pasión con su inconfundible timbre agudo, con unas guitarras de Dave Amato súper rockeras y cañeras a las que Cronin acompaña en alguna ocasión con acústica o eléctrica, con unos deliciosos teclados de Neal Doughty, con la solidez tremenda y la clase del batería Bryan Hitt, con el destacado bajista Bruce Hall que además canta de impresión y no sólo en los coros en los que participaban todos que fueron algo inenarrable. Como decía arriba cayeron un montón de clásicos del grupo que sonaron a cual mejor, “Take Me On The Run” escalofriante, “Keep Pushin”, “Roll With The Changes” tremenda, “Can’t Fight This Feeling”, “Time For Me To Fly” o la inevitable “Keep On Lovin You” con Cronin al piano de cola y que fue de todo menos empalagosa, intercalándose con nuevas composiciones de su último trabajo “Find Your Own Way Home” que sonaron igual de bien, destacando la marchosa “Dangerous Combination”. Llegaron al final con Hall haciéndose cargo de la voz principal para maravillarnos con “Back On The Road Again” antes de los bises “Ridin’ The Storm Out” curradísima y “157 Riverside Avenue” que nos dejaron muy, muy satisfechos. Señores, para mi, lo mejor del Sweden Rock 2007.


MOTORHEAD (Rock Stage)
El listón estaba demasiado alto y era prácticamente imposible superarlo. Tras lo de Reo Speedwagon seguimos disfrutando de cosas divertidas como los curiosos Korpiklani, una especie de Celtas Cortos más rockeros pero cantando en finlandés, o de sólo tres temas de los pasaos Quiereboys de los que no disfrutamos más porque la carpa Gibson en la que tocaban estaba abarrotada y teníamos que verles desde fuera y en esto empezaron a descargar Lemmy y los suyos. En vista de lo cual decidimos que era mejor centrarnos en Motörhead y dejar a Spike y compañía para mejor ocasión. Desde luego de los Motor no se puede esperar un despliegue de virtuosismo, ni de delicadeza, ni nada parecido, como siempre dice Mr. Kilminster “We’re Motörhead, We Play Rock n’ Fuckin' Roll”. Y eso es lo que volvieron a darnos, a un volumen como siempre altísimo y en esta ocasión con un ser algo más rebuscado que no me llegó tanto como en otras ocasiones, quedando fuera clásicos como “No Class” o “Metropolis”. Phil Campbell sigue tocando igual de crudo y efectivo, Mickey Dee sigue siendo un auténtico animal en la batería, quizá no el mejor del mundo como dijo Lemmy pero seguro de los mejores, y el propio bajista-cantante que sigue igual de macarra y cazallero que siempre. Lo mejor vino al final con un curioso blues acústico que ya vienen haciendo últimamente, con el hit por excelencia “Killed By Death”, y sobre todo en los bises con el despliegue del mítico Bomber, que no es más que la estructura superior de la instalación de luces del escenario en forma de bombardero, y sobre todo con la invitación a escena de Fast Eddie Clark que recupero su versión más cañera para acompañar a su ex banda interpretando el propio “Bomber” y la mega clásica “Ace Of Spades”. Siempre efectivos, siempre cañeros, pero en esta ocasión algo menos directos.

SCORPIONS (Festival Stage)
Y como todo lo que empieza tiene un final, pues llegó el final con otro de los grandes. Volvía a ver a Scorpions después de su buen concierto en Puertollano un mes antes, pero en esta ocasión había un aliciente que hacía muy especial la cita. Teníamos la ocasión ver a la formación alemana con uno de sus miembros originales que abandonó el barco hace un montón de años, nada menos que el gran guitarrista Uli Jon Roth. Y no defraudaron en absoluto, además del show habitual de la gira de presentación de su último trabajo “Humanity Hour 1” que ya se nota bastante más rodada y trabajada que en su show de la localidad manchega, el hecho de incluir cinco temas de los inicios setenteros de Scorpions con Uli Jon Roth destilando su elegancia siempre su imagen hippie de pañuelo en la frente fue algo inolvidable, otra de esas cosas prácticamente irrepetible. Del nuevo disco abrieron con “Hour 1” que sigue pareciéndome demasiado moderna pero que ya me va entrando mejor, y también insertaron “321” que lleva camino de convertirse en otro clásico y es perfecta para el directo, al igual que la más melódica “The Game Of Life”, el resto del repertorio muchos clásicos sonando de escándalo salvo al principio que sonó algo embarullado, pero desde “Balckout” hasta “Rock You Like A Hurricane”, con “Still Loving You”, “Holiday”, “Dynamite”, “I’m Leavin’ You”, “The Zoo” o “Make It Real” entre medias todo fue pura fiesta y calidad. Dejo al margen los temas más antiguos en el que participó Uli en mitad del concierto, empezaron con “Pictured Life”, sencillamente magistral, siguieron con “He’s A Woman She’s A Man” caña pura y directa, “We’ll Burn The Sky” que barbaridad de cambio de ritmo en el que se luce Kottak a la batería además de en su solo en el que se rompe la botella en la cabeza, y la absolutamente lisérgica “Fly To The Rainbow” en el que todos parecíamos flotar. Estas cuatro cayeron así, del tirón y sin anestesia, casi nada, y para los bises dejaron “In Trance” que fue otra maravilla. Por lo demás como siempre, Klaus Meine en su impresionante línea vocal llegando a tonos inverosímiles y sin para de moverse, Rudolf Schencker rascando y meneando su colección de flying como loco, y Matthias Jabbs dando un toque más sobrio y brillante aunque algo eclipsado esta vez por la figura de Uli. Muy buen concierto una vez más y encima lleno de puntos entrañables y difícilmente repetibles que lo hicieron imborrable. Siguen siendo muy grandes.

Muchas más y mejores fotos del Festival en la web oficial: www.swedenrock.com

TAK SWEDEN ROCK!!!

Mariano Palomo

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